Negociaciones

Yolanda Díaz ultima la subida del salario mínimo con los sindicatos y sin la patronal

Trabajo califica de "irresponsabilidad" la ausencia de la CEOE y negocia con los sindicatos un incremento cercano a los 1.080 euros

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se reúne con los líderes de CCOO, Unai Sordo (izquierda), y UGT, Pepe Álvarez (derecha).

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se reúne con los líderes de CCOO, Unai Sordo (izquierda), y UGT, Pepe Álvarez (derecha).

Gabriel Ubieto

Negociaciones a contrarreloj en el Ministerio de Trabajo este martes para cerrar la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) del 2023. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se ha desplazado hasta la sede del ministerio y ha citado a los máximos representantes de CCOO y UGT, con la intención de dar carpetazo a esta asignatura pendiente y de la que están a la expectativa casi tres millones de trabajadores. Díaz ha elevado al máximo nivel de interlocución una negociación a la que no ha asistido la patronal CEOE, tal como ya anunció un día antes.

La intención de la líder de Unidas Podemos en el Gobierno es consensuar con las centrales una cifra final que se ubique en el "tramo alto" de la horquilla trazada por sus expertos, que sugirieron un SMI de entre 1.046 y 1.082 euros brutos al mes (en 14 pagas). Varias fuentes conocedoras de las conversaciones apuntan a que la cifra final podría desencallarse en las próximas horas y solo quedaría pendiente de la ratificación final en el seno del Consejo de Ministros, donde hasta ahora habían diferencias de peso entre los socios que han ido retrasando la aprobación definitiva de la subida.

La CEOE ha sido consecuente con su postura, ha cumplido su amenaza y no ha acudido este martes a la mesa de diálogo social a la que le convocó el Ministerio de Trabajo. Las relaciones con Yolanda Díaz se han ido tensando a lo largo de los últimos 12 meses, una vez la reforma laboral ya fue aprobada y las relaciones entre los agentes sociales pivotaron hacia negociar salarios. La gota que colmó el vaso entre Antonio Garamendi y Díaz fue la inclusión dentro de la ley de empleo de un refuerzo del papel de la Inspección de Trabajo en el control de los eres.

Aquí los patronos dijeron basta y desde mediados de diciembre que no se sienta a una mesa a la que le convoque Trabajo. "Es una irresponsabilidad. Una medida que afecta a millones de personas no puede tener una patronal ausente", les ha reprochado el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, antes de entrar a la reunión a la que únicamente han asistido CCOO y UGT. Trabajo no ha entrado a negociar en diferido como le propuso la CEOE con su propuesta por escrito para el SMI del 2023.

Díaz ha dejado sin respuesta dicha propuesta y le ha exigido a los de Garamendi que se sienten con ellos presencialmente; sin éxito. "Entiendo que estamos en campaña electoral, pero no estamos para perder el tiempo", ha declarado el vicepresidente de la CEOE y presidente de ATA, Lorenzo Amor.