Sorlí (Beni-Gazlum) solo facilitará pactos en Benicarló si le aseguran la alcaldía

Este partido de nueva creación pone como línea roja la vara de mando para su candidato

Foto de familia de los integrantes de la candidatura de Beni-Gazlum, con Juan Pascual Sorlí al frente.

Foto de familia de los integrantes de la candidatura de Beni-Gazlum, con Juan Pascual Sorlí al frente.

La fecha de investidura del sábado 17 de junio se acerca y en Benicarló continúan las negociaciones y está todo abierto. Después de que las elecciones del 28-M dieran un giro total en la ciudad, ahora el líder de Beni-Gazlum, Juan Pascual Sorlí, confirma que su condición sine qua non es la alcaldía. 

«Si no soy alcalde me iré a la oposición», asegura el alcaldable de la formación. Tot per Benicarló Beni-Gazlum es un partido de nueva creación que presentó su candidatura por primera vez para estas elecciones. Sus integrantes se confiesan «apolíticos» y Sorlí subraya que su línea roja para pactar pasa por conseguir la alcaldía, quien también confirma que «las reuniones continúan y hablaré con todos los partidos». 

El Partido Popular fue la lista más votada, con siete concejales. En segunda posición quedaron los socialistas, con cinco. Por su parte, Beni-Gazlum irrumpió en el escenario político con fuerza y fue la tercera fuerza más votada, convirtiéndose en llave de la gobernabilidad, al obtener cuatro concejales, seguida por Compromís, con tres. 

Juan Pascual Sorlí atestigua que «a todos les he dicho lo mismo, quien quiera pactar conmigo debe saber que, o tengo la alcaldía o nos vamos a la oposición». Por lo demás, Sorlí explica abiertamente que «no tengo problemas con nadie». Por lo que respecta a los programas, recalca que «es muy amplio, tú coges nuestro programa e incluye propuestas que tienen todos los demás, aunque con matices, pero no difieren mucho». 

Tras la reunión que mantendrá este miércoles con Compromís, Sorlí se reunirá con la ejecutiva del partido que encabeza para tomar una decisión conjunta acerca de los posibles pactos. Con esta postura, a no ser que el PSOE acepte ceder la vara de mando, coge fuerza un posible gobierno en minoría del PP, con Juanma Cerdá al frente.