Hoy domingo, fiesta de la Santísima Trinidad, celebramos la Jornada Pro Orantibus, es decir, por lo que oran. Es un día dedicado a los monjes y monjas de vida contemplativa. Nuestra Diócesis cuenta con diez monasterios de monjas de vida contemplativa que oran por nosotros todos los días del año. En este día les queremos mostrar nuestra gratitud y la alta estima por lo que representan para la Iglesia y para la sociedad, orando por ellos y por las vocaciones a la vida contemplativa.

Para muchos, los monjes y monjas son los grandes desconocidos. Además es un hecho que son poco estimados, incluso por católicos practicantes y no se valora debidamente su necesidad para la vida de la Iglesia y de la sociedad. En este Año de la Vida Consagrada, proclamado por el papa Francisco para toda la Iglesia, y dentro del V Centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús, el lema elegido para esta jornada es Solo Dios basta. Se trata del verso final de un conocido poema de la santa de Ávila. Estas tres palabras expresan el núcleo esencial de las personas contemplativas. “Solo Dios basta” expresa la sublime experiencia del corazón encendido en amor de Dios, a Jesucristo, que brota del alma de santa Teresa de Jesús. Ella lo hizo vida y nos comunicó el gran secreto que da sentido a toda la existencia: la riqueza del que tiene a Dios y nada le falta, porque en él lo tiene y encuentra todo.

Las personas contemplativas son faros luminosos en medio de un mundo que ha perdido la luz de Dios. En nuestro desierto y en nuestras evasiones nos dan el más precioso testimonio de su encuentro con Dios en Cristo Jesús, para que nos sea devuelta la luz a los ojos y nos vuelva a latir el corazón con el fuego del amor de Dios. Porque la vida tiene sentido cuando Dios es reconocido como Bien supremo. H

*Obispo de Segorbe-Castellón