El presidente del Gobierno, José María Aznar, agitó ayer el espantajo de la quiebra de las pensiones para disuadir a los electores de votar a la izquierda. El mismo espantajo que tantas veces el Gobierno socialista agitó frente al entonces opositor PP.

El presidente del Gobierno y del PP anunció ayer que la Seguridad Social volverá a tener "récord de afiliación" en mayo, lo que "garantizará" el poder adquisitivo de las pensiones. En un acto electoral con jubilados en Madrid, Aznar instó a los asistentes a su mitin a "acordarse, simplemente acordarse" de que el Gobierno del PSOE dejó la Seguridad Social "en quiebra".

De modo que, según se encargó de enfatizar el presidente del PP, "la coalición Llamazares-Zapatero" supone "un riesgo" para las pagas de los pensionistas.

En el mismo acto, Aznar empezó a ponerse la venda antes de que se abra una herida en su feudo de Madrid. Apeló a la movilización del electorado conservador ante el temor --abonado por las encuestas-- de que el PP pierda el control de la Comunidad de Madrid.

"No hagamos bromas", reclamó Aznar, que presentó como un "equipo" a Alberto Ruiz-Gallardón (candidato a la alcaldía de Madrid) y Esperanza Aguirre (candidata a presidir la comunidad). El triunfo de ambos candidatos debe ser "claro y rotundo, que no admita lugar a dudas", afirmó el líder del PP durante un acto con personas mayores.

Y es que en Madrid una victoria ajustada no les basta a los populares. Aunque sus listas fueran las más votadas, sin mayoría absoluta el PP perdería los gobiernos autonómico y local ante una más que probable alianza del PSOE con Izquierda Unida.

Aznar reclamó una fuerte movilización de los populares madrileños para frenar a la "coalición radical" del PSOE e IU. Fue entonces cuando afirmó que un avance de la izquierda, que a su juicio "pinta una España negra", significaría una "vuelta al pasado".

El líder conservador invitó a sus seguidores a retrotraerse los últimos años del mandato socialista: "La Seguridad Social estaba en quiebra y había que pedir créditos a los bancos para pagar las pensiones".

ENCUESTA OFICIAL

La preocupación de José María Aznar se ha ahondado después de que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) haya entregado al Gobierno una macroencuesta que, realizada en plena guerra de Irak (a mediados del mes de abril), vaticina un varapalo electoral al PP.

Los resultados del estudio, que consta de 22.000 entrevistas personales, han alarmado a los populares, aunque sus sondeos auguran que el voto de castigo por el apoyo a la guerra de Irak será menor de lo que pronostica el CIS. Para reducir la repercusión mediática del sondeo, el Ejecutivo de José María Aznar pretende apurar los plazos legales para su divulgación, demorándola incluso hasta el sábado.