La propuesta que estudia el Gobierno sobre inmigración trata de rectificar una situación que ha condenado a la clandestinidad laboral a miles de extranjeros en condiciones de expoliación. José Blanco, secretario de organización del PSOE, ha denunciado la xenofobia conservadora. Al respecto, ha sobresalido Ignacio González --exresponsable de Inmigración--, ahora vicepresidente del Gobierno autonómico madrileño. Su perorata la habría suscrito el mismo Le Pen.

Sostiene Blanco que la derecha fomentó que "unas personas se beneficiaran y otras fueran explotadas". Conviene además recordar que el Partido Popular reguló a los sin papeles que acreditasen sin más tres años en España. Ello facilitó legalizar delincuentes.

El vicepresidente Solbes ha añadido una dosis de pragmatismo a todo este debate. Los inmigrantes con actividad laboral promueven "el crecimiento de nuestra economía". O sea, no les hacemos ningún tipo de favor. Nos lo hacen ellos.

Periodista.