El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, señaló ayer que la oposición del Partido Popular a la política del Gobierno con respecto a Gibraltar es "oponerse por el simple hecho de oponerse".
"La introducción de aspectos nuevos en las relaciones entre el Reino Unido y España, con la presencia de Gibraltar, constituye un aspecto importante para poder encontrar una solución que hasta ahora no se ha encontrado, teniendo en cuenta que el Gobierno de España y la Junta de Andalucía nunca van a renunciar a la reclamación de la soberanía del Peñón", dijo Chaves.
El presidente de la Junta andaluza añadió que la reivindicación de la soberanía es compatible con una política de cooperación, dentro de la comarca del Campo de Gibraltar y con el Peñón.
Por su parte, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, había anunciado el sábado en Córdoba que su partido emplazará al Parlamento autonómico a que rechace el nuevo papel que se otorga a Gibraltar en las negociaciones sobre el futuro del Peñón, al considerar que supone "una humillación" para muchos andaluces. Arenas aventuró si "próximas concesiones serán Ceuta, Melilla, Cataluña o el País Vasco". "No podemos permitir que una persona que recibió 500.000 votos, como Carod-Rovira, complique la vida al resto de España", clamó.
Al orden de estas declaraciones, criticó ayer el "caos territorial" que está creando el Gobierno socialista al "plegarse al nacionalismo". En el cierre del congreso del PP en Huelva, lamentó que "el mando de España lo tienen, por este orden, Maragall, Carod-Rovira y Zapatero, que cuando están en apuros llaman a Llamazares o a Ibarretxe".
También el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, consideró ayer "una gran irresponsabilidad política jugar con la soberanía de un país, con el modelo territorial o con el asunto de Gibraltar".