Pese a su promesa de revitalizar la vida parlamentaria, esta semana el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero incumplirá por primera vez un mandato de la Cortes: el de definir antes del 31 de diciembre un sistema que permita calcular los saldos financieros entre las autonomías y el Estado. Fuentes del Ministerio de Economía, que encabeza el vicepresidente Pedro Solbes, restan importancia a este incumplimiento con el argumento de que "las balanzas fiscales no pueden determinar la reforma de la financiación autonómica". En plena negociación sobre el Estatuto catalán y la financiación catalana, la Generalitat de Cataluña discrepa de este criterio.

La confección de este mapa de la solidaridad interterritorial, que reflejará hasta qué punto la contribución de Cataluña al conjunto del Estado lastra su propio crecimiento económico, nunca ha sido del agrado de Solbes, temeroso de que la divulgación de estos datos aliente los agravios entre las autonomías. Ahora, además, el vicepresidente estima que la cuantificación del déficit fiscal de Cataluña --el desfase entre su aportación al Estado y lo que éste le devuelve en forma de inversiones-- aumentaría el nivel de exigencia de las fuerzas catalanas en la negociación sobre el Estatuto y el nuevo modelo de financiación, lo que complicaría la consecución de un acuerdo.

LOS EMPLAZAMIENTOS El 15 de marzo, el pleno del Senado aprobó, con el voto favorable del PSOE, una moción por la que reclamaba al Gobierno que, "antes de finalizar el presente año", tuviese lista "una metodología común para la elaboración" de las balanzas fiscales entre las comunidades y la Administración del Estado. La Cámara alta también emplazaba al Ejecutivo a "publicar anualmente" las cifras de estos flujos económicos.

Era la primera vez que el PSOE, forzado por sus socios parlamentarios, aceptaba fijar una fecha para la presentación del informe de las balanzas fiscales que el Congreso ya había encargado el 28 de septiembre del 2004, cinco meses después de la llegada de Zapatero a la Moncloa. A instancias de ERC, la Cámara baja suscribió esta demanda el pasado 17 de mayo, mediante una resolución aprobada al término del debate sobre el Estado de la nación.

Solbes ya había creado un grupo de trabajo para elaborar una metodología para calcular las balanzas fiscales. Coordinados por un colaborador del vicepresidente, los expertos empezaron a trabajar en abril, y en septiembre ya habían pactado las dos fórmulas de cálculo que presentarán al ministerio: el flujo monetario, que refleja el elevado déficit de Cataluña, y el flujo del beneficio, que lo corrige a la baja.