El presidente del PP, Mariano Rajoy, no entró a valorar la decisión del juez Garzón de imputar a los tres peritos de la policía por presunta falsificación de un documento que relacionaba el 11-M y ETA, pero, sin dar su brazo a torcer, exigió que se "aclare la verdad" y reclamó al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que "cuente la verdad" porque "no se sabe lo que ocurre" en ese departamento. "Tenía que comparecer para explicar qué pasa con los informes, porque un día aparece un informe, al día siguiente nos dicen que ha desaparecido y al día siguiente lo contrario", subrayó.

Rajoy, que clausuró la convención del PP de Castilla y León, manifestó que no es su responsabilidad "juzgar lo que hagan los jueces", en referencia al auto del magistrado de la Audiencia Nacional. Sin embargo, sí consideró que el ministro del Interior ya tenía que haber dado explicaciones de hechos como los informes o sobre otros asuntos, como la investigación que ha abierto un juez contra el jefe de seguridad del PSOE, Fernando Mariscal, por avisar a unos etarras antes de su detención. "Qué pasa en el Ministerio del Interior, no lo sabemos", enfatizó Rajoy ante 3.000 militantes de su partido.

"LUGAR RESPETABLE" "Lo habremos hecho bien o mal, pero en aquella época el Ministerio del Interior era un lugar respetable, en el que se cumplía la ley, sin generar problemas a la gente", afirmó el líder de los conservadores en referencia a la etapa de Gobierno del PP en la que él fue ministro del Interior, cargo que luego también ocuparon Jaime Mayor Oreja y Ángel Acebes.