Uno de los cuatro etarras detenidos hoy en Francia es Ander Múgica Andonegi, que
el pasado 19 de julio huyó de un taxi en Torreblanca (Castellón) al detectar un
control policial y cuyas huellas fueron halladas en el coche con explosivos
abandonado por la banda en Ayamonte (Huelva) el 21 de junio. Así lo
informaron a Efe fuentes de la investigación, que añadieron que a falta de la
confirmación oficial de las identidades mediante el cotejo de las huellas
dactilares, los otros tres detenidos en la localidad francesa de Cahors son José
Luis Iruretagoiena Lanz, Alaitz Aramendi Jaunarena y Oihan Barandalla
Goñi.Múgica Andonegi, de 24 años, fue identificado por el taxista como
la persona que, al detectar de un control policial en la N-340, a la altura de
Torreblanca, salió precipitadamente del taxi en el que viajaba en dirección a
Tarragona y sin llevarse su equipaje, una bolsa con material explosivo. Posteriormente, las Fuerzas de Seguridad identificaron una huella de Múgica
entre las recogidas del coche con más de cien kilos de explosivo que fue
abandonado por ETA el pasado 21 de junio en la localidad onubense de Ayamonte al
detectar la presencia de un control de la Guardia Civil y de la Guardia Nacional
Republicana portuguesa.
Múgica Andonegi, natural de San Sebastián, fue
detenido el 5 de enero de 2002 junto a otros seis jóvenes acusados de formar
parte del grupo de entre 25 y 30 encapuchados que pretendía atacar varias
entidades bancarias y la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de
Irún. Cuatro días después, el juez de la Audiencia Nacional Juan del
Olmo le dejó en libertad bajo fianza de 15.000 euros.
La operación en la
que Múgica ha sido detenido, desarrollada por la Policía francesa en
colaboración con la Guardia Civil, ha sido calificada de "importante" por el
Ministerio del Interior, cuyo máximo responsable, Alfredo Pérez Rubalcaba,
comparecerá ante la prensa este mediodía para informar de la misma.
Rubalcaba, que ha suspendido un viaje a Canarias, donde hoy iba a presidir el
acto de entrega a la Guardia Civil del buque "Río Miño", destinado al control de
la inmigración ilegal, sigue desde primera hora de esta mañana el curso de la
operación junto al secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y el
director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida.
Según
informaron a Efe fuentes próximas a la investigación en Francia, los cuatro
presuntos etarras estaban armados en el momento de su detención en una vivienda
de Cahors, cercana a Toulouse, aunque no opusieron resistencia.