Joaquín Mingol sabe de lo que habla cuando dice que el principal problema de España es la economía; no en vano, trabaja como empleado de banca y conoce al dedillo el mundo de las hipotecas. "Es un problema de grandes dimensiones y, aunque no hay que ser alarmistas, el Gobierno debería intervenir en los precios y la economía en general". Otro dolor de cabeza para él es la inseguridad ciudadana, que achaca a la llegada de cierto tipo de inmigrantes: "Los criterios de entrada deberían ser más ajustados. Esto no hay que malinterpretarlo, ya que los españoles también teníamos que emigrar para trabajar hace muchos años y ahora no podemos ser cerrados ni racistas, pero que haya un mínimo control en las fronteras para diferenciar el que viene a trabajar del que simplemente viene a delinquir".

Mingol, a pesar de todo, sigue siendo optimista y, aunque reconoce sentirse "muy desencantado con la política", asegura que el próximo 9 de marzo acudirá a las urnas a votar. Finalmente, deja un mensaje para todos los políticos: "Que se ganen el sueldo, que cobran mucho dinero y demuestran poca preocupación por la gente de a pie".