El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha prometido hoy que su partido negociará con las demás fuerzas políticas un amplio acuerdo sobre su plan anticrisis, ya que es "lo que necesita España" frente a la "inacción", "sectarismo" y "negación de la evidencia" del Gobierno. Rajoy se ha reunido hoy con los senadores del grupo parlamentario popular con el fin de pedir su implicación en la campaña electoral europea, que para el PP encierra evidentes "lecturas políticas", toda vez que un triunfo en tales comicios, tras el logrado en Galicia, redundaría en el desgaste del Gobierno y en la fortaleza del partido. Así lo asegura al menos la dirección de los populares. El tesorero del PP y senador por Cantabria, Luis Bárcenas, uno de los cargos del partido supuestamente relacionado con la trama empresarial que investigó el juez Baltasar Garzón, no ha acudido a este cónclave parlamentario, ya que había de asistir a una reunión de trabajo en la sede del partido, precisamente sobre la campaña europea. Rajoy, además de llamar a la movilización en los comicios de la UE, ha desgranado los aspectos fundamentales de su plan contra la crisis. Este documento será "la hoja de ruta" y "la base" del trabajo de oposición de los populares a lo largo de los próximos meses, y más cuando el PP considera que el presidente del Gobierno se encuentra "en la más absoluta soledad parlamentaria" y "nadie se fía de él". En este contexto, Rajoy ha defendido que el PP intente, sin "posiciones inflexibles" salvo en lo que concierna a los principios del partido, que las medidas de su plan salgan adelante, y para ello, y porque "es lo que necesita España", dialogará con las demás fuerzas políticas. Se ha referido también a la reciente remodelación del Ejecutivo y ha criticado que su prioridad consista en "acelerar el ritmo", pues ha estimado que no es eso lo que necesita el país, sino "un cambio de políticas, reformas estructurales y gobernar". A su entender, afrontar la crisis "con las medidas equivocadas", como hace el Gobierno, conduce al "desastre". Con más concreción, el líder del PP ha vuelto a censurar la designación de Elena Salgado como vicepresidenta económica, ya que con ello el presidente del Gobierno pretende erigirse en "ministro de Economía", lo que resulta "preocupante para los intereses de los españoles". También cree que lo es el nombramiento de Manuel Chaves como vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, pues el PP ignora si entre sus funciones figura la de la reforma de la financiación autonómica.