El acto de entrega de 138 cajas con 1.058.752 firmas contra la reforma laboral ante la Junta Electoral Central en el Congreso de los Diputados esta mañana por parte de los sindicatos CCOO y UGT se ha convertido en la otra cara de la moneda del movimiento 15-M. Los dirigentes sindicales Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez se han presentado como el "canal democrático" de más de un millón de ciudadanos y como ha subrayado el dirigente de UGT de Madrid, José Ricardo Martínez, "nadie nos va a dar lecciones de democracia ni en la calle ni en ningún sitio". Las referencia a la falta de sensibilidad de los políticos ante la crisis y su falta de soluciones han sido reiteradas en las intervenciones. El líder de CCOO ha asegurado que los ciudadanos "no se resignan y se indignan cuando se gobierna de espaldas a la mayoría". Méndez, en referencia a la proximidad de las Cortes, ha señalado que "tienen toda la legitimidad" pero ha instado a los políticos a cambiar los discursos que "protegen al causante de la crisis y no a las víctimas". Ambos líderes manifestaron su solidaridad con el coordinador de IU, Cayo Lara, que ayer en Madrid fue increpado por un grupo de jóvenes cuando acudió a un acto contra un desalojo por desahucio. Arropados por un millar de personas y dos furgonetas que contenían los pliegos de firmas, Toxo y Méndez marcharon por el centro de Madrid en medio de proclamas contra la reforma laboral y de la negociación colectiva. Pese a que la iniciativa legislativa popular reúna todos los requisitos para ser tramitada, la posibilidad de un adelanto electoral frenará su debate. Pero los sindicatos han reiterado que tras un año en vigor, la reforma laboral se ha demostrado "inútil y perjudicial", no ha creado empleo ni ha acabado con la dualización del mercado laboral. Méndez y Toxo criticaron que la UE y sobre todo Alemania "ponga el foco donde no está ni la solución ni el origen del problemas" como son los ciudadanos.