El debate del estado de la nación ha finalizado su primera fase, la del rifirrafe político. Comienza ahora la etapa de presentación de resoluciones de los distintos grupos parlamentarios, que se votarán mañana, jueves, en la Cámara. No obstante, sus señorías no dismilan su escaso interés por unas propuestas que apenas tendrán cabida en una legislatura que toca a su fin ni su enorme curiosidad por saber, cuanto antes, si José Luis Rodríguez Zapatero podrá aguantar hasta marzo en Moncloa. ¿Fue la de ayer una despedida en toda regla del presidente con aroma a adelanto?. El todavía jefe del Ejecutivo respondió a los periodistas en los pasillos de la Cámara. "Ayer por la mañana hice un discurso que no era despedida. Eso sí, había una despedida en el discurso, pero son cosas distintas", ha enfatizado. "Ayer cumplí con mi responsabilidad de defender mi tarea de Gobierno y de tener un combate democrático con Mariano Rajoy. Somos unos clásicos porque ya son muchos debates y nos conocemos bien", ha añadido Rodríguez Zapatero. Apenas unos minutos antes ha cerrado la sesión en el hemiciclo haciendo pública su alegría porque su portavoz, José Antonio Alonso, haya podido cumplir con su obligación de participar en el debate, pese a haber sufrido recientemente una dolencia. Además, el secretario general de los socialistas ha dicho que las palabras que quería dedicar a su grupo en el Congreso era dos, "gratitud" y "orgullo". Ha recibido entonces aplausos de sus diputados en pie y varios abrazos. Ha abandonado el hemiciclo y ha aceptado responder alguna que otra pregunta de la prensa. "¿Agotará la legislatura, señor presidente?", se le ha vuelto a plantear. "De política ya hablé en la tribuna", se ha limitado a decir.