La Audiencia Nacional absolvió ayer a Garikoitz Aspiazu, Txeroki, por falta de pruebas en el primer juicio que se celebra contra el exdirigente de la banda de ETA en España. Los magistrados consideran que no ha quedado acreditada su participación en el envío de un paquete bomba al presidente del Grupo Correo, Emilio Ybarra.

Francia entregó temporalmente a Txeroki para que respondiera por múltiples atentados cometidos cuando dirigió con mano de hierro la banda terrorista. Durante el juicio, el acusado se mostró desafiante y se negó a participar en la vista. De hecho, no contestó ninguna de las preguntas de las partes. Pese a esta actitud, el tribunal reconoce el derecho del exjefe etarra a guardar silencio y opta por absolverlo por la endeblez de las pruebas aportadas por la policía autonómica vasca.

Los jueces sostienen que los agentes no han logrado acreditar que Txeroki fuera miembro del comando que atentó contra Emilio Ybarra y otras personas porque solo han presentado unos documentos intervenidos a Juan Fernández Iradi, Susper. El paquete bomba fue desactivado por agentes de la Ertzaintza antes de llegar a su destinatario.

Tampoco se ha podido confirmar que participara en la fabricación del paquete bomba, pues las pruebas solo demuestran que se alojó en una vivienda en la que vivieron los dos autores porque su letra es la misma que la que aparece en un crucigrama intervenido en un registro.