Los diputados que ayer acudieron a la Audiencia de Barcelona a declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco por los incidentes del Parlament del 15 de junio se cuidaron mucho de criminalizar al movimiento de los indignados. La socialista Montserrat Tura, la primera en declarar, ejemplificó bien la postura de los otros ocho parlamentarios que acudieron a la llamada del magistrado. "Vengo a colaborar con la justicia. Yo no criminalizo a los indignados, pero sí quiero singularizar en los violentos que prostituyeron ese movimiento", dijo la exconsejera catalana. Sin embargo, explicó que, aunque se le mostró un vídeo, no pudo reconocer a la persona que le marcó la chaqueta. Eso sí, insistió en que se les "insultó, empujó y escupió".

De los 10 diputados convocados a declarar, los dos de ICV, Joan Boada y Salvador Milà, no se presentaron. Ambos enviaron una carta al juez Velasco en la que le pedían que no se les citara para no "criminalizar un movimiento pacífico como el de los indignados". El juez les citará a declarar en Madrid.

Los diputados fueron increpados a su entrada a la Audiencia por cerca de 200 indignados concentrados ante el tribunal, que les llamaron "fascistas" y "torturadores". No obstante, no lograron bloquear el acceso.