El alcalde de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), Jaume Bosch (PSC), negó ayer ante el Tribunal Supremo haber recibido presiones cuando recibió al empresario José Antonio Orozco, amigo de la infancia de José Blanco, para hablar de la construcción de una nave en el aeropuerto de El Prat por indicación del entonces secretario de Estado de Transportes Isaías Táboas.

Bosch declaró como testigo ante el juez que instruye el caso Campeón y le explicó que suele recibir personalmente, junto con el concejal y el responsable técnico del área correspondiente, a los "ciudadanos y empresarios" que se interesan por "expedientes administrativos", pero aseguró que él no tiene ningún papel en la concesión de licencias urbanísticas.

Asimismo, relató que en enero del 2011 le llamó Táboas para preguntarle "si podía recibir" a Orozco. En esta conversación, el exsecretario de Estado "no mencionó" el nombre de Blanco, al que Bosch dijo no conocer "personalmente", según fuentes presentes en la declaración. La reunión entre el alcalde y el empresario fue el 9 de febrero del 2011, y en ella, Bosch explicó al empresario que los informes técnicos eran favorables a la construcción de la nave, aunque pendientes de otros dictámenes.

El edil reconoció que, hasta la llamada de Táboas, no había recibido ninguna comunicación de un cargo de la Administración para interesarse por el estado una licencia. A pesar de ello, Bosch negó que se hubiera sentido "condicionado" por la gestión del exsecretario de Estado y atribuyó la llamada a que "el tema era de su competencia".

En este proceso ya ha declarado Táboas, quien manifestó que se puso en contacto con Orozco por indicación de Blanco pero rechazó que el empresario le pidiera que hiciera gestiones ante el ayuntamiento de Sant Boi.