Los últimos episodios en el contencioso entre España y el Reino Unido a cuenta de Gibraltar han obligado a la reina Sofía a cancelar el viaje que tenía previsto realizar mañana a Londres con motivo del jubileo de diamante de Isabel II. El Ejecutivo español, según explicaron ayer fuentes de la Casa del Rey, considera "poco adecuada en las circunstancias actuales" la visita de la Reina.

La semana pasada, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró que el Gobierno no tenía nada que decir acerca del viaje, que circunscribió al ámbito privado y familiar (los Reyes son parientes lejanos de la monarca inglesa y su marido). El cambio de opinión fue forzado por la ruptura, el martes, de las negociaciones entre los pescadores españoles y el Gobierno gibraltareño para intentar levantar el bloqueo pesquero en la bahía de Algeciras, según informaron fuentes diplomáticas. Así las cosas, el Ejecutivo de Mariano Rajoy no vio otra salida que aconsejar a la Casa del Rey la cancelación de la asistencia de Sofía al almuerzo que ofrecerán Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, en el castillo de Windsor para conmemorar el 60° aniversario de la llegada al trono de la reina de Inglaterra.

Los pescadores españoles, con el visto bueno del Gobierno, han anunciado que saldrán a faenar en aguas gibraltareñas de todos modos, por lo que en las próximas horas podría producirse un choque con la policía del Peñón que degenerase en un nuevo conflicto diplomático. Exteriores quería evitar que este probable escenario coincidiese con la presencia de la Reina en Londres, lo que la habría colocado en una situación tremendamente incómoda.

A este último incidente se suma el enfado que ha generado en el Gobierno español la visita a Gibraltar que tiene previsto realizar el hijo menor de Isabel II, Eduardo, del 11 al 13 de junio.