Mientras los Príncipes de Asturias visitaban en Málaga un taller para jóvenes de Cáritas financiado con parte de la herencia que les dejó en el 2009 el millonario menorquín Juan Ignacio Balada, la Casa del Rey hacía publico el valor de los inmuebles de la herencia que ascienden a 1,6 millones de euros, según la tasación que ha hecho la Hacienda Pública de Baleares y un experto independiente.

Esa cantidad se debe repartir entre los Príncipes, los ocho nietos de los Reyes y la fundación Hesperia, creada para promover obras sociales. Felipe y Letizia han donado los 164.789 euros que les corresponden a la fundación Hesperia, mientras que los nietos de los Reyes, que son menores de edad, reciben la antigua residencia del fallecido en Ciutadella que se venderá más adelante. Además recibirán 12.092 euros cada uno, a los que se sumarán 27.295 euros para cada nieto procedentes de la extinción de la sociedad Abdalab, propiedad del difunto.

Jose Ignacio Balada Llabrés falleció sin descendencia en el 2009 y nombró herederos de la mitad de su patrimonio, a partes iguales, a los Príncipes de Asturias y a los ocho nietos de Juan Carlos y Sofía. Además dispuso que Felipe y Letizia constituyeran con la otra mitad de la herencia una fundación de interés general, que se materializó en la Fundación Hesperia.

Los Príncipes cumplen este martes ocho años de matrimonio y tras la visita al centro de Cáritas de Málaga han regresado a Madrid donde celebraran el aniversario en la intimidad con sus hijas Leonor y Sofía.