Los últimos enfrentamientos entre barcos pesqueros andaluces y la Policía de Gibraltar han vuelto a tensar la cuerda entre España y el Reino Unido a cuenta de la vieja reclamación de soberanía, pocos días antes de que el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, se reúna con su homólogo británico, William Hague, en Londres para abordar el asunto. La vía escogida por España para solventar el problema (la citada reunión, fijada para el martes), pone en evidencia la voluntad del Ejecutivo del PP, expresada en enero, de cerrar el foro tripartito (Madrid-Londres-Gibraltar).

La mecha del actual conflicto la ha encendido la prohibición de Gibraltar a los pesqueros andaluces de red de faenar en sus aguas. Esta restricción choca con el Tratado de Utrecht (1713) --que puso fin a la guerra entre Gran Bretaña y España y que recoge la cesión de Gibraltar--, que solo reconoce como aguas de la colonia las del puerto del Peñón, mientras que este reclama como aguas jurisdiccionales 1,5 millas hacia la bahía de Algeciras y otras tres hacia mar abierto.

En abril, el nuevo Gobierno gibraltareño de Fabián Picardo reactivó una ley medioambiental de 1991 que prohibía en sus aguas la pesca con red y que quedó en suspenso en 1999 gracias a un acuerdo con España. Los 70 pesqueros de Algeciras y La Línea (Cádiz) que faenan en la zona intentaron negociar, dado que sus procedimientos están amparados por la norma española y comunitaria, pero se levantaron de la mesa denunciando "amenazas veladas" para solicitar licencias de pesca.

Pese a la prohibición, los pescadores siguieron trabajando, pero empezaron los problemas de acoso. España respondió incrementando la presión en tierra, con más controles en la verja fronteriza que causan cada día largas colas que rozan las cinco horas. Esta situación ha generado no pocas protestas, entre ellas las de los 4.000 españoles que acuden cada día a trabajar a la colonia. Ayer, un centenar de ellos se concentraron frente a la verja contra esta medida.

DESPACHOS POLÍTICOS La batalla pesquera se ha trasladado a los despachos políticos. El Ayuntamiento de La Línea, del PSOE, acusó ayer al PP de "teledirigir" las salidas de los barcos y "provocar" al Peñón, y el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, del PP, afirmó que Gibraltar busca el conflicto para que se le reconozca su soberanía. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió "unidad" en defensa de los pescadores e hizo hincapié en que las aguas del Peñón son de titularidad española.