La deriva de la situación económica y el anuncio del rescate sitúan a la opinión pública en un estado de shock y confusión que, lógicamente, se traslada a la valoración de la situación política general y de cada fuerza política en particular. Esta percepción es la que se extrae de la encuesta sobre las opiniones que los españoles tienen pocos días después de hacerse público el rescate de Europa a la banca. Vayamos por partes. Las opiniones sobre el rescate están prácticamente divididas a medias. Unos lo ven positivo, otros negativo. Unos agradecen que la Unión Europea actúe, otros lo critican. De hecho, parece apreciarse una sensación ambivalente en relación a Europa: pocos querrían abandonarla, pero recelan del trato recibido. En cualquier caso, los votantes del PP son los que más aplauden el rescate y más confían en que esto servirá para mejorar la situación. De cara al futuro, la mayoría sigue preocupada, porque cree que las cosas irán a peor. Frente a esta situación, la valoración del Gobierno es casi imposible que sea positiva. Pero más preocupantes son las sensaciones que transmite: no se le ve una estrategia clara y, peor aún, se piensa que el Gobierno no dice la verdad sobre lo que está pasando. La ambivalencia y los cambios de posición del Ejecutivo favorecen estas percepciones. Cuando se pregunta sobre el papel de bancos y cajas, prácticamente todo el mundo coincide. Se les responsabiliza mayoritariamente de la crisis económica y sus derivadas y las opiniones proclives a pedir responsabilidades sobrepasan el 90%. Los ciudadanos tienen miedo al futuro, no ven sus ahorros seguros, perciben más recortes y, en definitiva, creen que serán ellos los que de una manera u otra acabarán pagando. Las expectativas electorales en este contexto indican exclusivamente como está afectando todo esto a la imagen de cada partido: el PP de Mariano Rajoy retrocede de una forma importante y el PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba no se beneficia en nada; son las otras opciones, incluida la abstención, las depositarias de esta imprecisa e incierta confusión.