La descentralización de las instituciones del Estado fuera de Madrid ha abierto un nuevo choque entre el president de la Generalitat, Ximo Puig, y su homóloga en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Son dos voces autonómicas que, cada vez más, acaban ejerciendo, la una de la otra, de dos contrapartes a nivel estatal.
Así, si el lunes fue Díaz Ayuso la que cargó contra la idea de descentralizar las instituciones del Estado de la capital y aseguró que la propuesta era por odio hacia Madrid, este martes, Puig le ha contestado que "no existe ningún teorema ni doctrina que diga que todo tiene que estar en Madrid". "Lo extraño es por qué todo está en Madrid", ha justificado el jefe del Consell quien ha insistido en que Madrid tiene "una mirada muy centrada en una forma de ver el país y el país es muy diverso".
En este sentido, está la posible salida de Madrid de organismos autónomos y dependientes de la Administración central como el Instituto Oceanográfico, "que tendría sentido que fuera en un lugar que tuviera mar", según ha dicho Puig; así como Puertos del Estado o el Tribunal Constitucional.
Así, Puig ha asegurado que "España es plural y diversa" y la "desconcentración ayudaría a la cohesión de España". Con la implementación de esta "desconcentración", Puig ha indicado que el efecto capitalidad "no sería tan nocivo para el resto de España y habría una mayor convergencia de rentas". "Madrid actúa como una aspiradora de recursos", ha protestado.
Con ello, ha indicado que "frente a los independentistas y los centralistas hay una visión razonable", una visión que ha aseverado que defiende desde la Generalitat que vaya encaminada a una descentralización que supondría "una España justa y cohesionada".
