BUENOS AIRES. Presionado por la comisión parlamentaria que seguía acumulando acusaciones contra él por supuestas irregularidades, el presidente del Tribunal Supremo de Argentina, Julio Nazareno, renunció ayer al cargo. Su salida resquebraja el grupo de jueces aupados por el menemismo que permitió a Menem eludir causas como la de contrabando de armas. A. G.