Tres terroristas muertos y siete personas heridas, entre ellas cuatro extranjeros, es el balance provisional de dos atentados cometidos ayer en El Cairo contra turistas. En el primero un suicida hizo estallar una carga explosiva muy cerca del Museo Egipcio, uno de los centros más visitados por los extranjeros, situado en pleno centro de la capital. En el segundo, dos mujeres armadas, que cubrían sus cabellos con un velo islámico, dispararon contra un autobús de turistas en una concurrida avenida del sur de la ciudad.

Según la policía, las dos terroristas eran la mujer y la hermana del hombre que perpetró el primer atentado, identificado como Yusri Yasim que, además, estaba bajo búsqueda y captura, acusado de planificar el ataque del pasado 7 de abril en el bazar de Jan el Jalili de El Cairo, que costó la vida a tres occidentales. Yasim llevaba encima el carnet de identidad del hombre que cometió ese atentado y que también murió al estallarle, antes de tiempo, la bomba. Un grupo desconocido, las Brigadas de Abdalá Azam, se atribuyó ambas acciones en un comunicado cuya autenticidad no ha podido ser verificada.

SE LANZÓ AL VACÍO Según la versión oficial, poco después de las tres de la tarde de ayer, hora local, Yasim se lanzó al vacío con la carga explosiva desde un puente que cruza la plaza Abdel Mouineim Riad, sede de una concurrida terminal de autobuses que da a la parte posterior del Museo Egipcio y al Hotel Hilton Ramsés. La explosión hirió a tres egipcios y a cuatro turistas: una pareja de israelís, una mujer italiana y un ruso, aunque según otras fuentes, el cuarto herido era un hombre sueco.

También hubo versiones contradictorias y confusión en el segundo atentado, cometido junto a una de las pequeñas calles que dan acceso a la Ciudad de los Muertos, muy cerca de la Ciudadela, una fortaleza del siglo XII visitada cada día por centenares de turistas. Ayer, en el lugar del suceso, decenas de vecinos se arremolinaban frente a las cámaras de TV y los periodistas para explicar qué habían visto.

Uno de ellos dijo que las mujeres llegaron al lugar de los hechos en taxi y, tras apearse de él, dispararon contra el autobús de turistas que, al parecer, estaba custodiado por un coche de la policía. Después, una agresora disparó a la otra y luego se suicidó para evitar ser detenida. Los tres atentados cometidos este abril son un duro golpe para Egipto, pues se han producido en plena campaña de protesta de la oposición, que exige más reformas democráticas.