El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dejó hoy claro que
sigue confiando en el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, pero
reiteró que los iraquíes son los que decidirán su destino al frente del
Gobierno.
Al Maliki es "un buen tipo, un buen hombre con un trabajo difícil y yo
le apoyo", dijo el presidente, al aclarar unas declaraciones suyas previas que
despertaron dudas en torno a su respaldo.
Bush ratificó ese apoyo en un discurso en Kansas City (Misuri) ante la
Convención Nacional de Veteranos de Guerra, en el que comparó la guerra de Irak
con la de Vietnam para justificar su argumento de que hay que tener más
paciencia y no cometer el error de retirarse antes de tiempo del territorio
iraquí.
"Un legado inequívoco de Vietnam es que el precio de la retirada de EEUU
lo pagaron millones de ciudadanos inocentes", dijo Bush y subrayó que hay
que tener presentes las lecciones de la historia y evitar las consecuencias de
una retirada precipitada.
Eso sería "devastador", porque no sólo les daría más alas a los terroristas,
sino que también ratificaría su argumento de que EEUU no podrá obtener
una victoria en ese país, agregó.
Por ello, Bush ha hecho hincapié en que las tropas estadounidenses no
saldrán de territorio iraquí antes de que hayan cumplido su misión y en que su
gobierno seguirá al lado de los iraquíes y sus autoridades, incluido el primer
ministro.
No obstante, Bush reiteró que "no son los políticos de Washington
quienes tienen que decir si (Al Maliki) se mantiene en su cargo" sino que
"son los iraquíes, que ahora viven en democracia y no en una dictadura".
Es un mensaje similar pero mucho más claro que el que Bush lanzó el
martes en rueda de prensa desde Montebello (Canadá), donde no sólo no
mencionó explícitamente su apoyo al gobernante iraquí, sino que reconoció que
sentía cierta frustración con el liderazgo en Irak.
El presidente ha aclarado hoy las especulaciones surgidas, después de que el
responsable del Comité de Fuerzas Armadas del Senado de EEUU, el
demócrata Carl Levin, abogase por la destitución de Al Maliki y lo
que queda de su gobierno, y apostase por un ejecutivo más amplio y menos
sectario.
"Espero que el Parlamento (iraquí) vote para destituir al gobierno de Maliki
y tenga la sabiduría para sustituirlo por un primer ministro y un
gobierno más unificadores y menos sectarios", afirmó Levin en
declaraciones recogidas el martes por el diario "The Washington Post".