La hipótesis de un accidente se abre paso a medida que avanzan las investigaciones sobre por qué un sargento disparó el domingo fuego real durante una exhibición militar en un cuartel de la localidad francesa de Carcasona (sur) e hirió a 17 personas.

El tiroteo tuvo lugar durante una jornada de puertas abiertas, cuando los militares hacían un simulacro de liberación de rehenes en el III Regimiento Paracaidista de Infantería de Marina de Carcasona. En estas jornadas, obviamente, se usan balas de fogueo. El militar disparó una primera ráfaga con balas de fogueo y luego puso una segunda carga en su arma que resultó ser de munición real. "De golpe, la gente caía. Creímos que formaba parte del ejercicio, pero luego vimos sangre", relató un testigo.

"INACEPTABLE" El fiscal afirmó ayer que el militar actuó "involuntariamente", por "torpeza" y "de ninguna manera de forma premeditada", aunque "violó las reglas de seguridad". El presidente francés, Nicolas Sarkozy, habló de "negligencias inaceptables" que deberán ser sancionadas. "La reacción será rápida y severa", prometió el mandatario, que al ser interrogado sobre el uso de balas reales dijo que ello "no es normal" y que "toda la cadena de mando deberá explicarse" sobre lo ocurrido.

Sarkozy, acompañado por el ministro de Defensa, Hervé Morin, visitó a los heridos hospitalizados. Morin, que a primera hora de ayer no descartaba ninguna hipótesis, incluida la de un acto voluntario, admitió que se cometieron "errores" en la organización del ejercicio. Añadió que el sargento implicado era un militar experimentado, con buenas calificaciones y una hoja de servicios intachable.

El militar, que está bajo arresto preventivo, será presentado hoy ante un juez de instrucción y se espera que sea imputado por "heridas involuntarias". Los heridos --incluido el más grave, un niño de tres años por cuya vida se temió al principio-- se recuperan favorablemente.