El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, levantó hoy el estado de excepción declarado hace 12 días en la capital y cinco provincias aledañas a raíz de las protestas callejeras contra el Gobierno.

Vejjajiva dijo que la medida busca la reconciliación con la oposición de los llamados "camisas rojas", seguidores del ex mandatario tailandés Thaksin Shinawatra, depuesto por un golpe de Estado en 2006 y prófugo de la justicia.

Según un portavoz gubernamental, el estado de excepción dejó de estar en vigor a las 00.05 hora local (17.05 GMT del jueves).

La suspensión de la medida de emergencia restaura las libertades civiles y serán puestas en libertad todas aquellas personas que fueron detenidas en aplicación del estado de excepción, salvo las acusadas de haber tomado parte en actos violentos.

El Parlamento tailandés concluyó ayer un pleno de dos jornadas convocado precisamente para que los partidos limaran sus diferencias y pongan fin a la crisis de las manifestaciones antigubernamentales, que dejaron un saldo de dos muertos y 123 heridos cuando el Ejército y los activistas se enfrentaron en las calles de Bangkok.

Durante la sesión, el primer ministro tailandés propuso la creación de una comisión para acometer la reforma de la Constitución de 2007, aprobada por los militares que derrocaron a Shinawatra.

Los partidos de la oposición rechazan la actual Carta Magna por representar un retroceso democrático con respecto al texto de 1997, en el que se establecía la elección de todos los miembros de la Cámara Alta.

El ministro de Exteriores, Kasit Piromya, afirmó hoy que la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha expresado su confianza en la estabilidad del Ejecutivo tailandés y en sus esfuerzos por acelerar la democratización del país.

Clinton, quien se reunió con su homólogo tailandés en Washington, ha confirmado su asistencia en julio a la reedición de la cumbre asiática, que tendrá lugar en la isla de Phuket.

El pasado 11 de abril, el Gobierno tailandés tuvo que cancelar la reunión prevista en la ciudad de Pattaya después de que cientos de "camisas rojas" irrumpieran en el hotel de lujo donde se alojaban los delegados.

Las protestas concluyeron el pasado martes con la rendición de los cerca de 2.000 manifestantes que quedaban atrincherados en torno al palacio gubernamental, bloqueado por las protestas durante veinte días

Tailandia vive desde hace tres años una profunda crisis política e institucional por la pugna entre partidarios y detractores de Shinawatra, en paradero desconocido y al que se le ha invalidado el pasaporte.