Los jefes de Estado de China y Sudán, Hu Jintao y Omar al Bachir (reclamado por la justicia internacional por genocidio), presidieron hoy en Pekín la firma de varios acuerdos de cooperación económica y tecnológica, que incluyeron préstamos chinos para el desarrollo de infraestructura y equipamientos. Antes de los acuerdos, cuya cuantía no fue detallada, Hu y Al Bachir mantuvieron en el Gran Palacio del Pueblo un encuentro en el que el mandatario chino expresó la confianza de que el viaje de su homólogo sudanés "consolide y desarrolle la tradicional amistad chino-sudanesa y promueva una sustancial cooperación", informó la agencia oficial Xinhua. Al Bachir también tiene previsto reunirse hoy con el presidente de la Asamblea Nacional Popular de China (ANP, legislativo), Wu Bangguo, y con el viceprimer ministro Li Keqiang. Según informaciones anteriores del Ministerio de AAEE, los líderes chinos intentarán mediar en esta visita en conflictos que Sudán mantiene con Sudán del Sur, que proclama su independencia el próximo 9 de julio, o en la región de Darfur. Al Bachir arribó ayer, martes, a la capital china, con un día de retraso según lo previsto por problemas para lograr permiso para sobrevolar el espacio aéreo de Turkmenistán, de acuerdo con fuentes del Ministerio de AAEE del país norteafricano. El viaje del presidente sudanés a China ha sido criticado por organizaciones pro derechos humanos por el hecho de que Al Bachir está reclamado por el Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya por crímenes de guerra, contra la humanidad y genocidio. Algunos medios barajaron la posibilidad de que la orden de captura del TPI fuera, aunque indirectamente, la verdadera causa del retraso de la llegada a China de Al Bachir, por la negativa de muchos países a que el avión presidencial cruzase su espacio aéreo (de todos modos, Turkmenistán no es un país miembro de esa institución). La ONG Human Rights Watch exigió a Pekín que no recibiera o incluso que detuviera a Al Bachir, pero ayer, martes, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino insistió en que Sudán es "un país amigo", y manifestó sus reservas con respecto a la orden de captura del TPI, recordando que China tampoco es miembro del tribunal. Se trata de la cuarta visita que Al Bachir realiza a China, después de las de 1990, 1995 y 2006. Sudán es el segundo socio de China en África y uno de los principales suministradores de petróleo en el continente. Al hilo de esta visita, la mayor petrolera china, CNPC, firmó ayer un nuevo acuerdo de cooperación con el Gobierno de Sudán que se añade al suscrito en 2007, aunque tampoco en este caso se reveló la cantidad de dinero que la empresa invertirá en el país africano.