Dos coches bomba han explotado hoy en Damasco, la capital siria, causando la muerte de 27 personas y heridas a 97. Los objetivos terroristas han sido dos edificios de la seguridad del Estado sirio, dos días después de cumplirse un año del inicio de la rebelión contra el régimen de Bachar al Asad.

Entre las víctimas mortales hay civiles y miembros de seguridad, según ha confirmado la televisión siria, que ha mostrado imágenes de cadáveres carbonizados y de numerosos destrozos materiales, además de grandes columnas de humo en el lugar de los atentados.

Las explosiones de hoy se han producido después de que el enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, declarase ayer su intención de enviar en los próximos días una misión técnica a Siria para continuar las conversaciones con las partes enfrentadas y hallar una solución a la crisis.

Desde que comenzaron las protestas en marzo de 2011, más de 8.000 personas han muerto por la represión gubernamental en Siria, según la ONU, si bien el régimen responsabiliza de la violencia a supuestos grupos terroristas.

Explosión terrible

El primero de los ataques ha tenido como objetivo la sede de la Inteligencia aérea, ubicado en el norte de la capital siria, mientras que un segundo estallido se ha escuchado alrededor de las 7.40 hora local (5.40 GMT) en un edificio de la Seguridad Criminal, en el oeste de la ciudad.

"Mi familia está bien, pero las ventanas de mi casa han quedado totalmente destruidas. La explosión ha sido terrible", ha dicho una mujer que vivía en la plaza Tahrir (liberación), cerca del complejo de seguridad situado en el norte.

En esta zona, un médico de la Cruz Roja que ha pedido el anonimato ha aseguredo que al menos 40 personas han resultado heridas, algunas de ellas de gravedad.

Rebelión contra Al Asad

Damasco ha vuelto a ser escenario de atentados a pesar de que se ha mantenido relativamente tranquilo desde que estallara la rebelión contra Al Asad en marzo del año pasado.

En diciembre pasado, al menos 40 personas murieron en la capital en dos ataques suicidas con coche bomba que estallaron de manera casi simultánea en las inmediaciones de dos edificios de la Seguridad Central, en un ataque que las autoridades atribuyeron a la organización terrorista Al Qaeda.

El 6 de enero, un ataque suicida mató a una veintena de personas en la capital en Damasco, mientras que cuatro días después 28 personas perdieron la vida en un doble atentado en Alepo, otra de las ciudades que se mantienen relativamente al margen de la revuelta.