"Mi padre descansa con Dios, como víctima y superviviente de la brutalidad soviética y alemana desde su infancia. Amó la vida, la familia y la humanidad. La historia demostrará que Alemania le utilizó como cabeza de turco". Con estas palabras, el hijo de John Demjanjuk anunciaba la muerte de su padre, un criminal de guerra nazi de origen ucraniano que a finales de la década de los 80 fue condenado a muerte en Israel, acusado de ser el temido Iván el Terrible del campo de concentración de Treblinka.

La sentencia fue revocada años después, al aceptar el tribunal como probado que tal identidad correspondía a otro ucraniano, aunque las dudas sobre si él era o no Iván el Terrible aún existen. El año pasado fue condenado en Múnich a cinco años de cárcel, acusado de haber colaborado en el asesinato de 28.000 prisioneros judíos en el campo de concentración de Sobibor (Polonia). Debido a su avanzada edad, no cumplió la condena.

Demjanjuk había nacido en Ucrania con el nombre de Iwan en 1920. Tras la segunda guerra mundial se trasladó a EEUU y al obtener la nacionalidad de este país en 1958 cambió su nombre por el de John. Demjanjuk murió en la cama, en una residencia de ancianos, cerca de la ciudad bávara de Rosenheim, próxima a los Alpes. Nunca mostró arrepentimiento.