La cancillera alemana, Angela Merkel, ha recibido este martes al nuevo presidente francés, François Hollande, con honores militares a su llegada a la Cancillería Federal, para iniciar poco después su primer encuentro bilateral. Europa está pendiente del acuerdo, especialmente la franja meridional del Viejo Continente, dado que de las relaciones del eje francoalemán dependerá la receta a aplicar para salir de la crisis en los próximos meses.

Hollande llegó a la sede del Gobierno germano con hora y cuarto de retraso sobre el horario previsto, ya que se vio obligado a cambiar de avión en París, después de que el aparato en el que emprendió inicialmente viaje fuera alcanzado por un rayo poco después de despegar. El incidente sirve de preludio a un encuentro que se espera no sea tempestuoso y que la química entre ambos mandatarios sea más próxima a la que mantenía Merkel con Sarkozy que con el exprimer ministro de Italia, Silvio Berlusconi. En lo personal, se espera que ese objetivo no sea difícil de alcanzar, pero en el plano político las recetas de política económica de ambos mandatarios parecen a día de hoy todavía alejadas.

Mientras Hollande apuesta por el crecimiento como vía para salir de la crisis, Merkel aboga por el control presupuestario. Los resultados económicos avalan la opción de Merkel. La respuesta social europea, especialmente en los países del sur de Europa, respaldan las tesis europeístas y progresistas de Hollande. Francia necesita un empujón para no caer en la recesión. España e Italia requieren un apoyo económico urgente para calmar la especulación sobre sus economías. Para el Gobierno conservador de Rajoy, la izquierda de Hollande es el mejor aliado para aliviar la dificil situación actual.

El socialista François Hollande asumió este martes la presidencia de Francia con la promesa de reconciliar a sus conciudadanos y de defender en Europa un nuevo pacto presupuestario que incluya medidas para estimular la economía. Más allá de enderezar las cuentas públicas francesas, Hollande admite que es consciente también de que Europa "espera y mira" a Francia. Crecimiento y solidaridad es la propuesta de Hollande a discutir.