Los empresarios y las grandes fortunas de Francia serán recibidos con los brazos abiertos en el Reino Unido. Los franceses más acaudalados pueden escapar a la presión fiscal, que pretende imponerles el François Hollande, cruzando el Canal de la Mancha. El presidente socialista ha prometido aplicar un IRPF del 75% a las rentas superiores al millón de euros anuales. A los afectados que estén pensando en cambiar de residencia, el primer ministro británico, David Cameron, les ha ofrecido un refugio dorado.

“Cuando Francia instituya un impuesto del 75% para los que tienen lo ingresos más altos, nosotros extenderemos la alfombra roja y acogeremos a más empresas francesas, que pagarán sus impuestos en el Reino Unido”, afirmó ayer Cameron, durante la cumbre del G20, que se celebra en Los Cabos. “Eso pagará por nuestros servicios públicos y nuestras escuelas, añadió, tras recordar que su gobierno anunció el pasado mes de marzo la bajada del tipo máximo de la renta, del 50% al 45%. y del impuesto de sociedades del 26 al 24%...".

Ya durante la campaña electoral francesa, y a la vista de los sondeos que vaticinaban la victoria de Hollande, los agentes inmobiliarios, abogados y consultores londinenses registraron un ascenso notable de las consultas procedentes de Francia, de quienes deseaban información legal sobre sus negocios, o buscaban viviendas de lujo.

Cerca de 400.000 franceses viven actualmente en el Reino Unido, la mayor parte de ellos en Londres, que se ha convertido en la sexta ciudad más grande de Francia. La colonia, reúne a 100.000 votantes y por primera vez, en las elecciones del pasado domingo, han elegido a su representante en la Asamblea Nacional en París. La socialista Axelle Lemaire, de 37 años, residente en Reino Unido desde hace diez años y vecina del barrio londinense de Kensington, se impuso a su contrincante conservador del UMP.