"La única noticia confirmada en Egipto es que la gente está terriblemente desesperada, cansada y necesita descansar de este circo". La bloguera Dalia Ezzat resumía así en Twitter el sentir de todo un país. La supuesta muerte del expresidente Hosni Mubarak ha sido el último de una serie de anuncios que han minado la moral de una población que vive con asombro y aprensión una transición para la que no hay ni guía ni hoja de ruta.

El martes por la noche, un comunicado de la agencia Mena aseguraba que Mubarak estaba "clínicamente muerto". Horas después, su estado había mejorado y fuentes médicas revelaban al diario estatal Al Ahram que podría recuperarse.

Hoy, los egipcios no saben si Mubarak está vivo o muerto. Pero ni en las calles ni en los medios de comunicación es esta la incertidumbre más importante. Por ahora, nadie está seguro de si el país se halla inmerso en una transición hacia la democracia, una transición hacia un régimen militar dictatorial o solo está estancado.

Golpe judicial o militar

Tampoco está claro si la disolución del Parlamento por el Tribunal Constitucional y la toma del poder legislativo por parte de la Junta Militar fue un golpe de Estado del Ejército, un golpe de Estado judicial u otro paso en la carrera de Egipto.

Las elecciones presidenciales del fin de semana parecían la oportunidad ideal para que Egipto pudiera conocer al menos el nombre del futuro presidente. Pero, tras los comicios, tanto el islamista Mohamed Mursi como el general retirado Ahmed Shafiq se atribuyen la victoria. En las calles, los egipcios bromean: Egipto tiene dos presidentes, uno y ninguno a la vez.

La intervención de la Junta Militar no ha aclarado la situación. El pasado lunes, los militares hicieron pública una declaración constitucional unilateral que define las prerrogativas del futuro presidente y se otorgan un rol intocable en el futuro Egipto.

El joven periodista Wael Yussef aseguró estar "decepcionado" por los movimientos de la Junta Militar, ya que "este giro no es bueno para la democracia".

"Estamos caminando hacia la democracia, pero lentamente. Un paso adelante y tres hacia atrás", afirmó con sorna antes de recordar que los egipcios han sobrevivido a la dictadura con el sentido del humor como única arma. "Mubarak es la fuente de todo tipo de bromas porque se ha muerto tantas veces que es imposible tomárselo en serio", comentó entre risas Wael Yussef.