La Policía de Tailandia ha lanzado este viernes la 'operación Valentín' para recuperar parte de los campamentos de los manifestantes antigubernamentales donde han encontrado material para fabricar explosivos caseros, según los medios locales.

A primera hora de la mañana, cientos de agentes antidisburbios han marchado con escudos en el campamento antigubernamental cerca de la sede del Gobierno y la ONU, abandonado previamente por los manifestantes.

Los policías han retirado los sacos de arroz de las barricadas y tiendas de campaña donde descansa parte del movimiento, y en las que han encontrado tirachinas y material para fabricar bombas caseras.

Durante el desalojo, las autoridades han instado a entregarse a aquellas personas que se encuentran con ordenes de detención y se han mezclado con los manifestantes. El grupo antigubernamental ha movilizado rápidamente a sus seguidores para detener el cierre del campamento orquestado por los efectivos gubernamentales. Ante la llegada de refuerzos, la Policía ha optado por la retirada con el objetivo de evitar enfrentamientos con los manifestantes.

Complejo gubernamental

Cientos de agentes también han formado en torno al complejo gubernamental de Chaeng Wattana, ocupado por los antigubernamentales encabezados por el monje Phra Buddha Issara, donde las autoridades ni siquiera han podido acercarse a las barricadas levantadas por el grupo que conforma las protestas. La operación policial coincide con el Día de San Valentín y la celebración budista del Makha Bucha.

Las movilizaciones antigubernamentales se intensificaron el pasado noviembre cuando el Gobierno de la primera ministra, Yingluck Shinawatra, trató de que se aprobara una ley de amnistía en el Parlamento que finalmente fue rechazada en la Cámara alta.

Elecciones anticipadas

Los manifestantes se enfrentaron en noviembre y diciembre con la policía, que respondió con gases lacrimógenos y cañones de agua, y boicotearon las elecciones anticipadas del 2 de febrero, que no pudieron completarse y no contaron con la participación de la oposición.

Al menos once personas han muerto y más de 500 han resultado heridas en estos últimos meses.

El líder de las protestas, Suthep Thaugsuban, exige que un consejo no electo sustituya al Gobierno interino y lleve a cabo reformas en el sistema, que considera corrupto, antes de celebrar comicios.