Las autoridades turcas han reabierto el espacio aéreo de la base de Incirlik, utilizada por los estadounidenses para sus bombardeos de posiciones de los yihadistas del Estado Islámico (EI). "Como resultado, las operaciones de la coalición contra el EI en todas las bases turcas se han reanudado", ha informado en un comunicado el portavoz del Pentágono, Peter Cook.

No obstante, Cook ha reconocido que la base aérea sigue sin tener electricidad del exterior y se abastece con generadores, lo que ha permitido mantener las operaciones desde el golpe de estado fallido del viernes por la noche.

El sábado Turquía suspendió los vuelos de su misión contra el EI que operaban desde la base de Incirlik, en el sur de Turquía, porque las autoridades del país cerraron el espacio aéreo en la zona tras el intento de golpe de Estado.

La suspensión temporal de los bombardeos contra el EI se dio al tiempo que se cerraban los accesos a la base militar y se producían cortes de luz. Entre los militares arrestados por el Gobierno turco se encuentra además el máximo responsable de la base, el general Bekir Ercan.

La base aérea de Incirlik, donde hay desplegados 132 soldados españoles bajo el mando de la OTAN, es uno de los principales centros desde el que despegan los aviones estadounidenses que participan en la campaña de bombardeos contra posiciones del Estado Islámico (EI) en la vecina Siria y en Irak.

Por otra parte, después de la reacción del Gobierno de Erdogan con los golpistas, con la detención de miles de personas, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, ha dicho que ha pedido a las autoridades turcas que no deben de "crear dudas sobre su compromiso con la democracia".

ESTADO DE DERECHO

El ministro de Exteriores francés, Jean Marc Ayrault, por su lado, ha advertido al presidente turco que el fracaso del golpe de Estado no le supone "un cheque en blanco". "Es necesario condenar el golpe de Estado en Turquía, pero queremos que el estado de derecho funcione plenamente". Ayrault ha añanido que "no es necesario hacer purgas".

El presidente ruso, Vladímir Putin, tras conisderar "inadmisible" intentar "derrocar por la fuerza a las autoridades democráticamente elegidas de Turquía", expresó en un comunicado su confianza en el "pronto restablecimiento del orden constitucional y la estabilidad" en el país.

Putin, que habló por teléfono a Erdogan, ha solicitado al presidente turco que garantice la seguridad de los turistas rusos, cuyo número se han incrementado en las últimas semanas tras el inicio de la normalización de las relaciones entre ambos países.

A finales de junio, Rusia y Turquía normalizaron sus relaciones, después de que Ankara pidiera perdón por el derribo a finales del pasado año de un caza ruso en la frontera con Siria, incidente en el que murieron dos soldados rusos y que provocó una grave crisis en entre ambas potencias.