La policía rusa detuvo ayer a más de 700 personas, entre ellas el líder opositor y candidato a la presidencia Alexéi Navalni, durante las manifestaciones celebradas en varias ciudades del país contra la corrupción, un desafío al Kremlin que ha sacado a miles de personas a las calles.

Navalni fue detenido en el centro de Moscú, en una concentración que las autoridades moscovitas habían advertido de que era ilegal. Pero eso no impidió que, en medio de un gran despliegue policial, hasta 7.000 personas, según el cómputo de las propias autoridades, hayan coreado «Rusia será libre» y «¡Libertad, Libertad!» en la plaza Pushkin, en una de las manifestaciones no autorizadas más masivas de los últimos años. La policía usó gases lacrimógenos para dispersarlas.

CONTRA MEDVÉDEV / La jornada nacional de protesta contra la corrupción había sido convocada por Navalni bajo el lema Dimón (diminutivo despectivo de Dmitri) las pagará, en alusión al primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, a quien el líder opositor acusa de ser el hombre más corrupto de Rusia. Navalni, quien espera plantar cara a Vladimir Putin en las elecciones presidenciales previstas para el año próximo, ha divulgado una investigación que señala a Medvédev como cabeza de un imperio inmobiliario financiado por los oligarcas.

Este informe, presentado en forma de vídeo, acumula cerca de 12 millones de visualizaciones en Youtube, pero no ha suscitado ninguna reacción de las autoridades, al igual que ha ocurrido con las demás denuncias de corrupción de las élites rusas efectuadas en los últimos años por la organización de Navalni. Este jurista, principal figura de la dividida y diezmada oposición rusa, alcanzó en el 2013 un inesperado 27,2% de los votos en las municipales en Moscú, pero su candidatura a las presidenciales puede verse obstaculizada por una reciente condena por malversación de fondos públicos, en un proceso que la oposición consideró una tentativa de frenarle.