Nuevas pruebas apuntan al uso de armas químicas en el bombardeo de la localidad siria de Jan Sheijún en el que el martes perecieron al menos 86 personas. Las autopsias practicadas en presencia de representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) en el sur de Turquía a tres de los cuerpos afectados por el ataque muestran que «se usó un arma química».

El ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag, afirmó ayer que «el informe forense ha revelado eso con claridad». «Se ha determinado -afirmó- que [el presidente sirio, Bashar] Asad usó armamento químico, y esto también se ha visto con el examen científico».

Esta confirmación podría acarrear una peligrosa escalada. El miércoles, Donald Trump admitió que las imágenes del devastador ataque químico del martes en Idleb habían «cambiado» su visión tanto del conflicto sirio como de Asad. Lo que no aclaró es cómo se va a reflejar eso en su política, pero empiezan a verse los primeros indicios de que gana fuerza la opción de una respuesta militar.

RESPUESTA MILITAR / Según una información de la CNN, el presidente ha reconocido en conversaciones con varios congresistas que estudia acciones militares en Siria como castigo por el ataque químico, que el miércoles atribuyó directamente al régimen de Damasco, informa Idoya Noain. La información de la CNN asegura que el mandatario no ha tomado una decisión firme y está consultando con su secretario de Defensa, el general James Mattis, en cuyo juicio basará su decisión.

Senadores republicanos como John McCain y Lindsay Graham le animan a que dé el paso. En comunicado reclamaron a Trump que responda con acciones militares, recomendando que se establezca una coalición internacional que «deje en tierra a las fuerzas aéreas de Asad».

En el otro extremo, el presidente ruso, Vladímir Putin, considera que las acusaciones al régimen sirio carecen de fundamento. En un comunicado emitido por el Kremlin, Putin consideró «inaceptable hacer acusaciones sin fundamento contra cualquiera« y abogó por que se realice una investigación internacional «exhaustiva e imparcial».

En Turquía, una representante de la OMS, dos representantes de la OPAQ y expertos forenses participaron en la autopsia de tres de las víctimas del ataque. El Ministerio de Sanidad especificó que se habían encontrado «pruebas vinculadas a gas sarín en los cuerpos de las tres víctimas», según el diario progubernamental Sabah.

La fiscalía de Adana (en el sur de Turquía, y donde se practicaron las autopsias) informó de que las víctimas, trasladadas a suelo turco desde la provincia siria de Idleb para recibir tratamiento médico el mismo día del ataque, eran Asma al Hasan (35 años), Said Huseyin (26) y Muhammad Awad (25).

examen del tribunal de la haya / Las autopsias fueron grabadas en vídeo y se obtuvieron muestras para un estudio más detallado tanto para la OMS como para los forenses turcos. Según el Ministerio de Sanidad, los resultados serán examinados por La Haya (sede del Tribunal Penal Internacional) tras estudiarlas los expertos turcos.

Damasco insiste en que no ha usado armamento químico. El viceprimer ministro sirio y titular de Exteriores, Walid Moallem, rechazó que «el Ejército usara en el pasado, use ahora o vaya a usar ningún arma química», al tiempo que condenó la utilización de este tipo de armamento, en declaraciones recogidas por la agencia gubernamental Sana. Moallem dijo que se trata de una estratagema para difamar al régimen de Asad.