La reina Isabel II ha aprobado la suspensión del Parlamento británico que le había pedido el Ejecutivo de Boris Johnson, según han informado en un comunicado su equipo de asesores. Esta polémica medida, que hará que Westminster esté cerrado entre el 9 y el 12 de septiembre y el 14 de octubre, impedirá a los diputados británicos tener tiempo suficiente para intentar evitar que se produzca un brexit sin acuerdobrexit.

"Ha sido ordenado en este día por su Majestad en Consejo que el Parlamento sea prorrogado en un día no antes del lunes 9 de septiembre y no después del jueves 12 de septiembre hasta el lunes 14 de octubre del 2019", señala el comunicado.

En una misiva enviada hoy por Johnson a los parlamentarios para explicarles sus intenciones, el premier insistió en que dispondrán de un "margen amplio" para poder debatir el brexit antes de la celebración del Consejo Europeo del 17 y 18 de octubre, que resultará clave para este país.

El político ha asegurado que es "totalmente incierto" que tras su anuncio se esconda una segunda intención de atar las manos de los detractores del "no deal" y ha defendido que obedece a la intención de su Gobierno de "sacar adelante una ambiciosa y valiente agenda legislativa" sobre la que podrán votar en octubre. En ella, agregó, lograr un posible acuerdo de brexit con Bruselas será uno de los "temas centrales" y "prioritarios". "Tengo la intención de sacar adelante una nueva, ambiciosa y valiente agenda legislativa para la renovación de nuestro país tras el 'brexit'", notificó.

Indignación de la oposición

El líder laborista, Jeremy Corbyn, se ha declarado "horrorizado por la imprudencia del Gobierno de Johnson... esto es un ultraje y una amenaza a nuestra democracia". Además, instó a Johnson a que "si tiene tanta confianza en sus planes los someta a unas elecciones generales o a un voto público". Corbyn ha solicitado una audiencia ante la reina para hacerle saber su preocupación por los planes de Johnson.

La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, afirmó hoy que la intención del primer ministro, Boris Johnson, de cerrar el Parlamento británico para ejecutar una salida de la Unión Europea (UE) sin acuerdo "pasará a la historia como un día negro para la democracia del Reino Unido".