Batalla geopolítica

Europa se queda por ahora en la retaguardia de la batalla espacial

El rol europeo en la exploración del espacio depende de grandes actores como la NASA

El satélite Sentinel-6, dedicado a mesurar los niveles del mar como parte del proyecto Copernicus, el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea.

El satélite Sentinel-6, dedicado a mesurar los niveles del mar como parte del proyecto Copernicus, el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea. / Agencia Espacial Europea

Alba Mármol

Ante dos gigantes espaciales como Estados Unidos y ChinaEuropa se mantiene en la retaguardia. “Tenemos una voz débil”, reconoce el Oficial Superior de Estrategia para la Exploración Humana y Robótica de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), Stefaan De Mey. El rol europeo en la exploración del espacio depende de grandes actores como la NASA. “Ahora hemos reclutado nuevos astronautas, pero sólo podrán viajar al espacio en misiones norteamericanas y rusas”, explica De Mey. 

Sin embargo, Joan Anton Català, autor del libro Geopolítica del espacio (de la editorial catalana, Anfgle Editorial), afirma que la ESA necesita a la NASA porque ésta última “es un monstruo y tiene más presupuesto”. Según Space Revolution, un informe elaborado por expertos del sector, la media del PIB europeo que se invierte en el espacio es sólo una quinceava parte del presupuesto de la agencia norteamericana. Pero “la ESA tiene muchas misiones propias y ha demostrado ser muy capaz”, subraya el escritor, especializado en astronomía y astrofísica. Esta organización intergubernamental, que cuenta con 22 estados miembros, es independiente de la UE, que tiene su propia Agencia de la Unión Europea para el Programa Espacial (EUSPA, por sus siglas en inglés), si bien colaboran entre ellas.

La media del PIB que Europa invierte en el espacio es solo una quinceava parte del presupuesto que destina la NASA

Punto final a la cooperación con Rusia

La guerra en Ucrania ha aumentado el gasto militar europeo, así como la preocupación para la defensa y la seguridad no sólo en la Tierra, sino también en la órbita extraterrestre. El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Política y Seguridad, Josep Borrell, dijo, el pasado 26 de septiembre en la inauguración del nuevo edificio del Centro de Satélites de la Unión Europea, que el espacio, al que se refirió como "la nueva frontera de la geopolítica", "ha adquirido una dimensión estratégica". El ciberataque que los rusos llevaron a cabo contra el satélite de comunicaciones ucraniano KA-SAT tan sólo unas horas antes del inicio de la invasión de Ucrania el 24 de febrero de 2022 es un claro ejemplo de ello.

Hasta antes del inicio de la guerra, la ESA tenía proyectos en común con Roscosmos, la agencia espacial rusa. Y, aunque Rusia ya tenia la intención de distanciarse de Occidente, Catalá señala que el conflicto ruso-ucraniano "aceleró el rompimiento de las relaciones y tensó la cuerda". Asimismo, De Mey insiste en que el fin de la cooperación entre Rusia y Europa fue "una prueba de la falta de autonomía europea", ya que las misiones conjuntas a la Luna y a Marte -como el envío de un rover europeo al planeta rojo a bordo de un aterrizador ruso- no pudieron llevarse a cabo. "No fuimos capaces de aterrizar el astromóvil en Marte por nuestra cuenta", lamenta.

La falta de autonomía espacial de Europa, a diferencia de EEUU, China y Rusia, preocupa a los expertos, que abogan por una estrategia ambiciosa propia

Perseguir la autonomía espacial

Recientemente y por el actual escenario geopolítico, la soberanía espacial también ha despertado cierto interés en los europeos. “Si no espabilamos, otros países como China o Estados Unidos se harán con la economía del espacio”, dice Català. Clémence Poirier, investigadora del Instituto Europeo de Política Espacial (ESPI, por sus siglas en inglés), coincide: “Europa está un poco por detrás de los chinos y los rusos. No debemos perder esta oportunidad. De lo contrario, nos quedaremos atrás”. 

Durante años, Europa ha sido partidaria de la cooperación en el espacio. Según De Mey, "la decisión de no invertir en la exploración humana espacial autónoma fue consciente". Para 2030, las potencias espaciales han anunciado más de 100 misiones lunares, pero, por ahora, Europa sólo lidera dos de ellas. Y, a pesar de que en las últimas dos décadas, los europeos han desarrollado su propia capacidad industrial y de conocimiento, no tienen autonomía. "Europa debería tener su propia estrategia ambiciosa y ser capaz de ir a la Luna. Es importante ser un socio relevante, con un rol de liderazgo y una presencia fuerte. Si no, no tendremos maniobra de elección y permaneceremos como subcontratistas de la NASA", agrega el experto.

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