Desenlace trágico

Los cinco tripulantes del Titan fallecieron en una "catastrófica implosión" del sumergible

Los restos del sumergible han sido hallados a unos 500 metros de la proa del Titanic

La implosión del sumergible pudo producirse el mismo día de inmersión

Agencia ATLAS / Foto: EP

Idoya Noain

El desenlace más trágico del Titan se ha confirmado. La Guardia Costera de Estados Unidos ha confirmado este jueves que el sumergible que se dirigía a los restos del Titanic y desapareció el domingo una hora y 45 minutos después de comenzar su inmersión sufrió una "implosión catastrófica" que provocó la muerte de sus cinco ocupantes: Stockton Rush, Shahzada Dawood y su hijo de 19 años Suleman Dawood, Hamish Harding y Paul-Henri Nargeolet .

Esa determinación se ha hecho, según ha explicado en rueda de prensa en Boston el contralmirante John Mauger, después de que un robot operado de forma remota hallara esta mañana a unos 600 metros de la proa del Titanic, que yace a 3.800 metros de profundidad en el lecho del Océano Atlántico, un "campo de escombros".

Concretamente, se han localizado cinco piezas importantes del sumergible, incluyendo el morro y las partes delantera y trasera, restos que eran "consistentes con la pérdida catastrófica" de la nave. "Una vez hecha esa determinación, inmediatamente notificamos a las familias", ha explicado Mauger, que ha ofrecido repetidamente sus "más profundas condolencias" a los seres queridos de los fallecidos.

Implosión el domingo

Mauger ha informado en su comparecencia de que era demasiado pronto para determinar con certeza cuándo se produjo esa implosión fatal del Titan, o las causas o cómo ocurrió la catástrofe. Sin embargo, poco después se ha sabido que un sistema secreto que usa la Marina de Estados Unidos para detctar submarinos y que empezó a buscar restos del Titan poco después de que perdiera la comunicación detectó un sonido consistente con la catástrofe el mismo domingo.

"La Marina llevó a cabo un análisis de datos acústicos y detectó una anomalía consistente con una implosión o explosión en las cercanías de donde el sumergible Titan estaba operando cuando se perdieron las comunicaciones", según le ha dicho un alto cargo militar en un comunicado a 'The Wall Street Journal", que ha dado la exclusiva, y ha retenido a petición de la Marina el nombre del sistema secreto para proteger la seguridad nacional.

El militar ha asegurado también que "aunque no era definitiva, la información se compartió inmediatamente" con el comandante que estaba al frente de la operación de respuesta a la desaparición "para asistir con la misión de búsqueda y rescate". Y se decidió seguir con esa operación y "hacer todos los esfuerzos para salvar las vidas a bordo".

En su comparecencia de este jueves Mauger también ha explicado que los sonares desplegados una vez que se puso en marcha la operación de búsqueda no detectaron ningún sonido consistente con un fallo catastrófico, lo que también apunta a que el siniestro se produjo antes.

Además, en su comparencia, Mauger ha precisado que los sonidos similares a "ruidos de golpes" que se detectaron el martes y el miércoles, que hicieron que la búsqueda se centrara en la zona donde se habían registrado, "aparentemente no tenían ninguna conexión con la localización en el lecho" marino donde se han acabado encontrando los restos de la nave.

Aunque algunos de los efectivos que se habían movilizado para la operación van a empezar su repliegue, incluyendo nueve barcos y personal médico y técnico, el trabajo continúa. Las autoridades ahora van a seguir concentrando sus esfuerzos en documentar con los vehículos operados por remoto la escena de este suceso, que ha capturado la atención mundial y que motivó una compleja operación de búsqueda y rescate que ha contado con cooperación internacional y participación tanto de fuerzas militares y públicas como del sector privado.

Todos desde el primer momento habían estado luchando contra el reloj, con la agónica presión de tratar de localizar el Titan antes de que se agotaran las 96 horas que se estimaba que duraría el oxígeno en la pequeña nave, de menos de siete metros de eslora y de un espacio tan reducido que solo uno de los cinco ocupantes podía sentarse con las piernas extendidas.

Advertencias desde 2018

El desenlace ha dado un trágico aire de premonición a las advertencias sobre los problemas de seguridad que planteaba el Titan que ya desde 2018 lanzaron expertos, tanto desde dentro de OceanGate como desde fuera de la compañía, que alertaron de sus potenciales problemas "de menores a catastróficos".

Eso no frenó a Stockton Rush, fundador y consejero de OceanGate Expeditions; que además pilotaba esta misión. Junto a él viajaban el veterano explorador francés Paul-Henri Nargeolet, que es conocido como ‘Mr. Titanic’ y había realizado previamente más 35 inmersiones hasta el icónico pecio y Hamish Harding, un empresario británico y aventurero que ostentaba varios récord Guiness, incluyendo uno por el viaje más largo en la parte más profunda del océano en una sola inmersión. El pasaje en un viaje donde cada billete costaba 250.000 dólares lo completaban el empresario británico paquistaní Shahzada Dawood y su hijo de 19 años Suleman.

Mauger, el contralmirante que ha estado al frente de la respuesta de la Guardia Costera de EEUU, no ha querido entrar este jueves en consideraciones sobre si la tragedia del Titan debería hacer que se implementen cambios en los requerimientos de seguridad o en las inspecciones de sumergibles. Pero si se ha mostrado convencido de que "esas preguntas sobre las reqgulaciones y parámetros que aplican van a ser un foco de revisión en el futuro"..

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