Aniversario del referéndum

La mayoría de los británicos votaría en contra del Brexit siete años después

Las promesas incumplidas y la difícil situación económica han aumentado la sensación de fracaso por la salida de la Unión Europea

La bandera de Reino Unido con el Big Ben de fondo, en una imagen de archivo.

La bandera de Reino Unido con el Big Ben de fondo, en una imagen de archivo. / EP

Lucas Font

Han pasado siete años desde aquel 23 de junio de 2016, en el que se definió el futuro del Reino Unido lejos de la Unión Europea y que marcó el inicio de una época turbulenta en la política británica. En aquel momento, un 51,9% de los votantes (17.410.742 personas) optaron por abandonar la Unión Europea bajo la promesa de recuperar la soberanía económica del país y atajar una inmigración a la que responsabilizaban de todos los males. Una situación muy distinta a la de hoy: la mayoría de los británicos votarían a favor de un reingreso en el club comunitario en caso de que se convocara un nuevo referéndum.

Según una encuesta de YouGov publicada este viernes, un 58,2% de los británicos apostaría por volver a formar parte de la Unión Europea frente a un 41,8% que votaría en contra —retirando de la ecuación a los indecisos y los abstencionistas—. Un resultado muy superior al registrado a principios de 2021, cuando tan sólo un 47% de los encuestados era favorable a un reingreso. Otro estudio, en este caso elaborado por Deltapoll, apunta a que un 53% de la población considera que se cometió un error al abandonar las instituciones europeas, mientras que un 34% señala que fue una buena decisión.

Promesas incumplidas

Los resultados de las encuestas han sorprendido a muy pocos. La tensión generada durante las duras conversaciones para alcanzar un acuerdo de salida con la UE ha provocado un hartazgo entre los votantes del Brexit, así como las interminables disputas internas en el Partido Conservador, que han desencadenado la dimisión de cuatro primeros ministros desde la celebración del referéndum. Incluso algunos de sus más acérrimos defensores, como el ultraderechista Nigel Farage, han reconocido que la separación con Bruselas “ha sido un fracaso”

Lejos de las promesas iniciales, el Gobierno ha sido incapaz de levantar una economía golpeada por la inflación, que se ha mantenido en el 8,7% en mayo en contra de los pronósticos, que apuntaban a un ligero descenso. La situación ha obligado al Banco de Inglaterra a anunciar una nueva subida de los tipos de interés hasta el 5%, algo que está teniendo un impacto significativo en las hipotecas de millones de familias y que está poniendo contra las cuerdas al primer ministro Rishi Sunak, quien prometió reducir la inflación a la mitad antes de que termine el año. 

Los expertos apuntan a que detrás de las dificultades del Gobierno británico de reducir la elevada tasa --la más alta de los países de Europa Occidental-- está el regreso de trabajadores comunitarios a sus países de origen tras el Brexit, algo que ha provocado una falta de mano de obra en sectores como la agricultura o los servicios y que ha afectado a la cadena de suministros. A esto se suman las barreras burocráticas para la importación de productos de terceros países, incluídos los alimentos, que proceden en un 25% de países de la UE. La subida del precio de la energía derivada de la guerra en Ucrania también ha tenido un impacto significativo en el aumento de los precios, aunque los analistas coinciden en que este impacto hubiera sido menor con el Reino Unido dentro del club comunitario.

'Brexiters' acérrimos

En materia migratoria tampoco se han cumplido las promesas iniciales. Más bien al contrario. La migración neta en 2022 superó las 600.000 llegadas, casi el doble que en 2015. El Gobierno británico ha atribuido parte de este aumento a la entrada de refugiados ucranianos y de ciudadanos de Hong Kong en el último año, aunque su intención de acabar con las llegadas irregulares a través del Canal de la Mancha está lejos de materializarse y está restando credibilidad a Sunak, consciente de que parte de su éxito electoral pasa por cumplir con su promesa de “detener las barcas”.  

A pesar de que el apoyo al Brexit ha caído en picado desde hace siete años, muchos de sus defensores siguen creyendo que será un éxito a largo plazo. Una encuesta publicada por el ‘think tank’ Changing Europe señala que la mayoría de ellos responsabilizan al Gobierno por su fracaso pero muestran poco arrepentimiento respecto a su decisión. De los votantes que apostaron por abandonar la UE, un 70% seguiría votando lo mismo en caso de que se repitiera la consulta, frente a un 16% que cambiaría de opinión.

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