Guerra en Ucrania

¿Rusia sin Putin? Así son Pátrushev y Naryshkin, los posibles sucesores del presidente

Los lugartenientes del líder del Kremlin abanderan su ideología imperialista y antioccidental, lo que haría inviable cambios de rumbo en Ucrania

Pátrushev (izquierda) y Naryshkin (derecha).

Pátrushev (izquierda) y Naryshkin (derecha).

Marc Marginedas

La reciente asonada protagonizada por el cabecilla de Wagner, Yevgueni Prigozhin, ha puesto en evidencia las costuras y la tensión en el seno del opaco régimen ruso presidido por Vladímir Putin, devolviendo a la actualidad la difícil cuestión de la sucesión del líder del Kremlin. ¿Qué sucederá el día, si llega, en que el presidente, por alguna u otra razón, ya no ocupe el poder? ¿Qué se podría esperar de un eventual relevo político en Moscú? Las miradas se concentran, entre otros personajes, en el círculo más próximo al máximo mandatario ruso, en concreto, en Nikolái Pátrushev, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia y sucesor oficioso, y en menor medida en Serguéi Naryshkin, al frente del Servicio de Inteligencia Exterior (SVR).

Un estudio reciente, titulado 'El Putinismo más allá de Putin' y realizado por el Centro de Estocolmo de Estudios de Europa del Este (SCEEUS), acaba de concluir que, llegado el caso, bajo ningún concepto habría que esperar cambios de rumbo o modificaciones sustanciales en la estrategia seguida por el actual liderazgo en los últimos decenios. Ambos dirigentes, con matices y pequeñas diferencias, beben de las mismas fuentes ideológicas que el máximo mandatario ruso, que se resumen en un "radical conservadurismo antioccidental en términos rusos", compartiendo un objetivo político principal, el de "preservar y restaurar el viejo Imperio ruso", tal y como estaba concebido en la época de los zares, según asegura a EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, Andreas Umland, analista del SCEEUS y uno de los autores del estudio, junto con Martin Kragh, vicedirector de la institución y profesor asociado en la universidad de Uppsala.

El precedente del nazismo

Incluso regímenes totalitarios como la Alemania nacionalsocialista acogían en su seno a líderes diversos de diferentes sensibilidades políticas. "Todos eran racistas", pero Heinrich Himmler --recuerda Umland-- "estaba infatuado por el ocultismo", Joseph Gobbels "procedía del ala izquierda, del ángulo nacional-bolchevique", mientras que Alfred Rosenberg "tenía una visión más favorable de los europeos del este".

Nikolai Patrushev.

Nikolai Patrushev. / Reuters

Después de estudiar y analizar con detenimiento las declaraciones y los pronunciamientos públicos de Pátrushev y Naryshkin entre los años 2006 y 2020, Umland y su compañero Kragh han llegado a la conclusión de que las diferencias entre ellos y con Putin "son inferiores" a las de los dirigentes de la Alemania hitleriana, limitándose a "variaciones de tono" en lo que, en muchas ocasiones, parece obedecer a un simple de reparto de papeles entre policía bueno y polícía malo: "Pátrushev juega el rol de halcón, mientras que Naryshkin ejerce el papel de paloma", valora el académico.

De todo ello, unido al fuerte carácter ideológico que ha adquirido el régimen de Putin en los últimos tiempos, se deduce una inquietante realidad para Ucrania y sus aliados occidentales: la práctica imposibilidad de entablar con la actual élite rusa una negociación consistente y alcanzar pactos dudaderos que sean respetados. "Con ellos no tiene sentido mantener negociaciones, se colocan (a sí mismos) en la tradicion estatista imperialista y considerarán cualquier negociación como una herramienta política para quizar ganar algo de tiempo", advierte Umland.

La negación del derecho de Ucrania a existir como nación independiente fuera de la esfera de influencia de Rusia y con capacidad para determinar su política exterior y establecer alianzas internacionales está muy presente en los pronunciamientos públicos tanto de Pátrushev como de Naryshkin en los últimos años. "El papel líder en la política (de Ucrania) tras los eventos de 2014 fue asumido por organizaciones neonazis... La rusofobia, que estas organizaciones heredaron de sus cómplices fascistas ucranianos en 1930 y 1940, está siendo impuesto al pueblo hermano (ucraniano)", escribió el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia en 'Rossiskaya Gazeta', tal y como recoge el estudio del SCEEUS.

"Todos sabemos donde comienza la madre patria, con una fotografía en tu manual de texto; si tu manual es sustitutido por otro nacionalista, el fascismo, por infortunio, una vez más, levanta la cabeza; desgraciadamente, eso está ocurriendo muy cerca de nuestras fronteras, en un país hermano para nosotros" (en referencia a Ucrania), proclamó Naryshkin en 2014 durante una visita a Brest, en Bielorrusia, con ocasión del aniversario del ataque nazi a la Unión Soviética.

Rusia, referente de poder

La valoración de que la Federación Rusa constituye no solo un imperio, sino uno de los referentes de poder en el mundo, y por ende cuenta con el derecho a establecer una esfera de influencia a lo largo de sus fronteras está también muy presente en las declaraciones de ambos mandatarios realizadas a partir de 2006. "En el mundo multipolar de hoy, en el que Rusia es otra vez uno de los centros de poder líderes, nuestro país se distingue por unos valores sólidos envidiados por muchos en Occidente, una voluntad política firme, una disposición a actuar de forma decisiva en el ámbito internacional; una vez más, estamos dispuestos a levantarnos con nuestras fuerzas y a proteger nuestros aliados y amigos" (en referencia a regímenes proKremlin del espacio exsoviético), proclamó Naryshkin en un escrito que data de 2019.

Serguéi Naryshkin.

Serguéi Naryshkin.

Pátrushev, por su parte, habla en términos similares al referirse a un mundo policéntrico: "en el mundo actual, hay tendencias hacia la formación de una arquitectura policéntrica; el papel de un poder líder mundial está siendo reclamado por China, mientras que la India, Brasil y Suráfrica se han establecido de forma consistente en sus respectivas regiones". Aunque no menciona a su país, sí se deduce del contexto que, como minimo, considera a la Federación Rusa un igual entre la lista de potencias aludidas con derechos similares.

En Rusia no se ha producido un relevo en la élite política en el último cuarto de siglo, concretamente desde la llegada de Putin al Kremlin el último día de 1999. Y una inquietante pregunta surge, no solo entre los académicos, sino también en los pasillos y cancillerías políticas de la UE y EEUU: ¿Cómo fue posible que ideologías tan extremas pasaran desapercibidas en Ocidente, y Rusia pudiera interactuar, con problemas, eso sí, con las democracias liberales de Europa y América durante más de dos decenios? Umland cree que el radicalismo imperialista y antioccidental siempre estuvo presente en Putin y su entorno, pero que hubo un esfuerzo deliberado "en ocultarlo". Ahora, con la guerra, cuanto más se radicalizan los dirigentes rusos, "más verosímil" parece esta teoría, concluye el académico.

Nikolái Pátrushev, marcado por los atentados de 1999

La figura de Nikolái Pátrushev, exdirector del Servicio Federal de Seguridad (FSB) y actual secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, estará para siempre vinculada a la <strong>cadena de atentados de 1999</strong> que causó tres centenares de muertos y que fue atribuida sin pruebas a los rebeldes chechenos. Dichas explosiones permitieron al entonces primer ministro, Vladímir Putin, justificar el lanzamiento de la segunda guerra de Chechenia y, en consecuencia, despejar su camino al Kremlin, sustituyendo al cabo de pocos meses al enfermizo presidente Borís Yeltsin. En otoño de aquel año, tras una cadena de explosiones en edificios de apartamentos de Moscú y Volgodonsk con apenas días de diferencia, los residentes de un bloque de pisos en Riazán, a unos 200 kilómetros al sureste de Moscú, observaron a desconocidos descargando sacos en los sótanos del edificio, siguiendo el mismo método empleado en ocasiones anteriores. Llamaron a la policía local, que inspeccionó el lugar, halló explosivos y procedió a evacuar la casa. Los perpetradores fueron arrestados poco después, y en el momento de la detención, mostraron identificaciones del FSB. Fue entonces cuando Pátrushev, al frente del servicio secreto, salió a la palestra para asegurar que no hubo explosivos y que aquello era solo "un simulacro" para comprobar si la ciudadanía estaba alerta.

Serguéi Naryshkin, autor de bulos sorprendentes

Serguéi Naryshkin, jefe del Servicio Secreto Exterior de Rusia, con un tono y unas formas más suaves que las de Pátrushev, se ha unido al coro de voces que difunden los más disparatados bulos para desacreditar a los aliados. Hace un mes, acusó a EEUU de entrenar a militantes de Estado Islámico en una base militar de Jordania para llevar a cabo atentados en suelo de la Federación Rusa. "Las trazas de este trabajo destructivo son ya visibles en el espacio global informativo", dijo hace un mes en un foro de seguridad. Otro de los momentos por los que será recordado el jefe de la inteligencia exterior es la humillación pública que le propinó el propio presidente Putin durante una reunión del Consejo de Seguridad para reconocer la independencia de las dos repúblicas prorrusas en Ucrania. Identificando titubeos ante semejante movimiento, Putin le exigió claridad y este respondió balbuceando que apoyaba la anexión pura y dura de ambos territorios por la Federación Rusa, algo que ni siquiera estaba en discusión.

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