Crisis

Cuba: el paraíso terrenal necesita a los turistas rusos

El turismo se ha convertido en la isla en la llave que abre la puerta de la recuperación de los niveles de vida anteriores a la pandemia

Varias pesonas en una calle de La Habana.

Varias pesonas en una calle de La Habana. / EFE

Abel Gilbert

El problema viene desde muy lejos. Al fijar sus ojos en Cuba, el 27 de octubre de 1492, Cristóbal Colón dijo estar frente la "isla la más hermosa que ojos humanos hayan visto". El almirante creyó haber llegado a las Indias. Pero "semejante preciosura" no podía ser otra cosa que un prodigio superior de la naturaleza, como el descrito en la Biblia.

El gran escritor José Lezama Lima decía que el 'Diario' del marino genovés fundó involuntariamente la literatura cubana. Y algo más. Desde entonces, la mayor de las Antillas cargó con el peso del equívoco. Primero, ser el "paraíso social", y desde la caída de la Unión Soviética, sobre las cenizas de la revolución, el paraíso turístico. Lo que no ha cambiado en 64 años es el manejo del poder político.

Las imágenes paradisíacas de mar y playa funcionan como trasfondo de una economía en ruinas y una crisis social histórica. En la reciente sesión semestral del Parlamento, el Ministerio de Economía y Planificación, dirigido por Alejandro Gil Fernández, reconoció que las metas de crecimiento de 2022 no se cumplieron. El PIB subió 1,8 puntos y no los cuatro augurados. Y eso en parte sucedió porque la isla solo recibió el año pasado 1,6 millones de viajeros internacionales.

Una meta ilusoria

El turismo se ha convertido en la llave que abre la puerta de la recuperación de los niveles de vida anteriores a la pandemia. En 2018, Cuba recibió 4,8 millones de visitantes y estuvo cerca de emular la cantidad de turistas que llegan a los otros grandes destinos de la región: Cancún y República Dominicana.

El flujo de este año no parece ser el más esperanzador. Las metas de cerrar 2023 con casi 3,5 millones de turistas parece ser tan ilusoria como la mirada que posó Colón sobre la fronda. Durante el primer semestre aterrizaron 1,4 millones de personas. Los principales contingentes vinieron de Canadá, Estados Unidos, Rusia, Alemania y España. No ha sido menor el peso de los cubanos que residen en el exterior.

Las metas de crecimiento de 2022 no se cumplieron. El PIB cubano solo subió 1,8 puntos, y no los cuatro augurados

Cuba enfrenta por lo tanto la paradoja de haber destinado enormes cantidades de dinero a ampliar su infraestructura hotelera y tener buena parte de las habitaciones sin ocupar. La proliferación de resorts y los servicios inmobiliarios se hizo a costa de una restricción de la calidad de vida de sus habitantes. Las mejoras en salud y la educación han sido dos de las banderas que el castrismo izó como muestras de la superioridad se su modelo político. Sin embargo, esos dos rubros recibieron juntos en 2022 una décima parte de la inversión destinada al turismo, donde fue a parar el 33% de la inversión, unos 1000 millones de euros.

Rusia como nueva salvación

En un contexto de pauperización y alto costo de la vida, la escasez de productos y medicamentos, los cortes de luz y la falta de transporte, agravados, según las autoridades por las sanciones norteamericanas, el Gobierno sigue apostando a mejorar la oferta de sus instalaciones. El paraíso sigue estando al alcance de la mano de los extranjeros. Por eso, informó el ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda, se ha mejorado la red de wi fi en toda la zona lindante a los hoteles.

La crisis interna, que tuvo su pico en el estallido socia del julio de 2021, y los nuevos conflictos internacionales, han acelerado el acercamiento entre La Habana y Moscú. Cuba no solo se ha abstenido de condenar la invasión rusa a Ucrania. Ha abierto otra vez sus brazos al viejo aliado de la Guerra Fría.

Salud y educación recibieron juntos en 2022 una décima parte de la inversión destinada al turismo, donde fue a parar el 33% de la inversión: unos 1000 millones de euros

Ahora no se trata de vender azúcar y recibir dinero, maquinarias y armas, sino de recibir créditos, petróleo y, sobre todo, turistas rusos: medio millón por año. Los cajeros automáticos de los bancos han comenzado a aceptar el sistema de pagos ruso Mir, la versión de Visa o Mastercard lanzada por el Kremlin en 2016 para eludir posibles sanciones económicas.

A comienzos de mes se restablecieron los vuelos regulares entre ambos países. La partida de un Boeing-777 de Rossiya Airlines, filial de Aeroflot, desde el aeropuerto moscovita de Sheremétievo con destino al turístico balneario de Varadero, se propone inaugurar un canal de hedonismo despreocupado.

El viceprimer ministro de Turismo ruso, Dmitri Chernishenko, destacó la exención de visados entre ambos países como una medida que facilitará el incremento sostenido de los viajes. Ha comenzado a escucharse en La Habana que algunos jóvenes turistas rusos aprovechan el beneficio de poder quedarse en la isla por 180 días para luego dar el salto a otro país y no volver al suyo.

Campaña de desprestigio

Granda, el ministro de Turismo cubano, llamó la atención sobre las "campañas de descrédito" en las redes sociales que buscan desestimular la llegada de visitantes a la isla que maravilló alguna vez al almirante genovés. "Cuba es un país pobre, así que ojo con las estafas", advirtió el portal Travel Vesti a los potenciales interesados de aterrizar en la isla.

"Aparte del esplendor de los resorts de lujo"remarca el sitio, "se puede encontrar evidencia de una situación económica muy difícil en el país". En ese sentido, recomendó a los turistas acostumbrados a pavonearse con "joyas deslumbrantes, relojes de diseñador, teléfonos inteligentes elegantes y auriculares" que eviten problemas y no hagan "alarde de su lujo" ni sean "un objetivo para los carteristas".

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