Cumbre de Granada

Hungría y Polonia obligan a retirar la inmigración de la Declaración de Granada

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, equipara el pacto de asilo e inmigración a una “violación legal” y junto con el polaco Mateusz Morawieki veta el párrafo del texto final

Viktor Orbán

Viktor Orbán / Archivo

Silvia Martínez | Mario Saavedra

Ni el primer ministro de HungríaViktor Orbán, ni su homólogo de Polonia, Mateusz Morawiecki, han esperado al inicio de la cumbre informal de Jefes de Estado y de Gobierno de Granada, que ha lanzado este viernes la reflexión sobre la reforma interna y la ampliación al este, para intentar incendiar el debate sobre el pacto migratorio. “No es posible tener ningún tipo de compromiso o acuerdo sobre inmigración, políticamente es imposible”, ha avisado Orbán anticipando su veto a la Declaración de Granada. Finalmente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha conseguidosacar el texto adelante con el apoyo de los Veintisiete salvo el párrafo sobre inmigración que ha tenido que ser eliminado para evitar el veto de Hungría y Polonia

En el origen de la nueva discrepancia está el acuerdo político cerrado a mediados de semana por los Veintisiete sobre el reglamento de crisis, una de las piezas clave del pacto de asilo e inmigración que negocian los Veintisiete y que fue aprobado por los embajadores este miércoles, con el voto en contra de Polonia y Hungría y la abstención de Austria, República Checa y Eslovaquia. Orban ha recordado que los dirigentes decidieron tras la crisis migratoria del 2015 que las decisiones de política migratoria se tomaría por consenso. 

“Esto ha cambiado en la ultima reunion. A Polonia y Hungría no les gustó la propuesta pero nos dejaron de lado” así que “después de esto no es posible tener ningún tipo de compromiso o acuerdo sobre inmigración, políticamente es imposible”, ha avisado. Y no este viernes sino en general en el futuro. “En los próximos años, porque hemos sido legalmente violados. Si estás legalmente forzado a aceptar algo que no quieres ¿cómo vas a llegar a un compromiso? Es imposible”, ha amenazado, molesto por un mecanismo de gestión de crisis, calificado por la presidenta Ursula von der Leyende “gran éxito”.

Polonia también se queja

Orban no ha sido el único qen atacar la orientación europea en materia de asilo e inmigración. También lo ha hecho su principal aliado en esta pelea como es el polaco Mateusz Morawiecki que ha avisado de que Europa se enfrenta a una elección fundamental: "aceptar o no una inmigración ilegal masiva”. En plena campaña electoral, el ultraconservador polaco ha utilizado el compromiso pactado por los Veintisiete para cargar contra su principal opositor en casa, el ex presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, a quien ha acusado de aceptar un pacto migratorio que obligará a redistribuir “ilegalmente” inmigrantes en su país. Una aseveración irreal dado que el pacto no impone cuotas de reparto obligatorias. 

“Es la naturaleza de este texto lo que ha creado el desacuerdo de varios Estados miembros y que bloqueará la declaración a Veintisiete (…) Es secundario porque esta cuestión avanza por mayoría cualificada”, ha quitado hierro el presidente francés, Emmanuel Macron. De hecho, para cuando el debate migratorio ha entrado en escena en la sala de reuniones algunos de los líderes europeos ya habían abandonado el palacio de Congresos. Es el caso del liberal belga Alexander de Croo o su homólogo luxemburgués, Xavier Bettel, que al igual que Macron ha restado importancia al hecho de no haber logrado el consenso sobre el párrafo de la inmigración.

Párrafo polémico

El párrafo de la inmigración constataba que se trata de “un desafío europeo que requiere una respuesta europea”. También subrata que “es necesario abordar inmediatamente y de manera decidida la inmigración irregular” y cierra filas con la campaña puesta en marcha por la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, para luchar contra las mafias de traficantes. “No permitiremos que los contrabandistas decidan quién entra en la UE”, señalan en un mensaje que defiende un enfoque global que combine la cooperación con países de origen y tránsito con un endurecimiento de los controles en las fronetras exteriores y más dureza en la lucha contra las mafias de traficantes.

“Continuaremos implementando efectiva y rápidamente todas nuestras decisiones. Seguiremos un enfoque integral de la migración que combine una mayor acción exterior, asociaciones integrales mutuamente beneficiosas con los países de origen y tránsito, abordando las causas profundas de la migración, oportunidades para la migración legal, una protección más efectiva de las fronteras exteriores de la UE, una lucha resuelta contra el crimen organizado, trata y tráfico de seres humanos, instrumentalización de la migración como amenaza híbrida, intensificación de los retornos y aspectos internos, de conformidad con el derecho internacional, los principios y valores de la UE y la protección de los derechos fundamentales”, reza la declaración.

La cuestión, al igual que el jueves, se ha colado en la agenda a petición de Meloni que este jueves organizó una minicumple paralela junto con su homólogo británico, Rishi Sunak, a la que asistieron los líderes de Francia, Países Bajos, Albania y la Comisión Europea para hablar de cómo blindar el continente europeo de las mafias de traficantes. "Juntos, el Reino Unido e Italia están buscando soluciones estructuradas y de largo plazo para los principales desafíos globales que enfrentamos. Por eso en la cumbre de ayer nos centramos en la inmigración ilegal y por eso estamos decididos a hacer todo lo necesario para detener a las bandas criminales, poner fin de una vez por todas a esta crisis ética y humanitaria y restablecer el Estado de derecho en materia migratoria. campo", aseguran en un comunicado conjunto.