Protesta contra el régimen

Huelga de hambre de opositores rusos para denunciar la existencia de presos políticos

Entre ellos están nombres importantes como Alekséi Navalni, Vladimir Kara-Murzá, Vadim Ostantin, Lilia Chanicheva e Ilya Yashin

Àlex Bustos

El 30 de octubre es el Día del Preso Político en Rusia y otros países que pertenecieron a la Unión Soviética. Como tal, varios opositores rusos han secundado este lunes una huelga de hambre de un día para denunciar las encarcelaciones por razones políticas. Entre ellos están nombres importantes como Alekséi NavalniVladimir Kara-MurzáVadim OstantinLilia Chanicheva e Ilya Yashin. Navalni quiso rememorar este día, cuyo origen data de los tiempos soviéticos, y destacó que "el poder ruso está volviendo a sus raíces, con detenciones, represión, juicios secretos y anarquía gratuita disfrazada de justicia".

La efeméride fue secundada por algunos ciudadanos de a pie que participaron en el evento impulsado por antiguos miembros de la extinta organización Memorial , ganadora del premio Nobel de la paz de 2022. Además de recibir de las autoridades rusas el apelativo de "agente extranjero", fue cerrada por estas mismas en 2022, poco antes del inicio de la ofensiva rusa en Ucrania. Los organizadores de la protesta lamentaron que las autoridades rusas les prohibieron celebrarlo en el memorial de Solovetski, justo delante de la sede de la antigua KGB (actualmente FSB), los servicios secretos de Rusia.

En lugar de en este memorial, cercado por policías y vallas metálicas, activistas de la difunta oenegé leyeron nombres de represaliados durante la época de Stalin desde diferentes puntos de la capital rusa, todos ellos relacionados con la disidencia. En otras ciudades del país como Tiumén, Volgogrado, Irkutsk y Novosibirsk se celebraron actos parecidos.

Aumento de la represión

Antes de 2022 había un margen a la crítica y la disidencia, algo que ha ido menguando después de que Rusia atacara a Ucrania en febrero de ese mismo año. Alegando que las voces críticas podían "desestabilizar" el patio interno en pleno proceso de "desnazificación" del país vecino, Moscú ha apretado las tuercas a todo aquel que se manifieste abiertamente en contra del Gobierno o del Ejército, llegando a perseguir la desacreditación de las Fuerzas Armadas con hasta 15 años de cárcel en los casos más extremos.

La prensa independiente también ha sufrido este desgaste de la libertad en el país y muchos de sus periodistas han abandonado el país euroasiático para emigrar a países vecinos como Georgia o los países bálticos. Medios como la radio Eco de Moscú, el diario Novaya Gazeta -que fue dirigida por el premio Nobel de la Paz Dmitri Muratov-, Meduza, o el canal de televisión Dozhd han visto cómo se clausuraban sus redacciones en el país, se les declaraba a ellos o a sus profesionales como "agentes extranjeros", entre otras medidas que les han obligado a trasladarse a países más amigables con la libertad de prensa.