Voto en la ONU

La Asamblea General de la ONU vuelve a votar abrumadoramente contra el embargo de EEUU a Cuba

La resolución este jueves ha sido aprobada con 187 votos a favor dentro del órgano de 193 naciones, una cifra que se había alcanzado solo una vez antes, en 2019

Asamblea General de la ONU.

Asamblea General de la ONU.

Idoya Noain

Como cada año desde 1992, la Asamblea General de Naciones Unidas ha aprobado este jueves con un respaldo abrumador una resolución en la que condena y urge al fin del embargo a Cuba impuesto por EEUU en 1960 y reforzado desde 1962. Y Washington cada vez está más solo en su política de castigo a la isla.

La resolución este jueves ha sido aprobada con 187 votos a favor dentro del órgano de 193 naciones, una cifra que se había alcanzado solo una vez antes, en 2019. Solo EEUU e Israel han votado en contraUcrania se ha abstenido, algo que también hizo el año pasado (cuando también se abstuvo Brasil).

Aunque las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes ni tienen mecanismos que aseguren su implementación o cumplimiento recogen el pulso internacional. Y en el caso del embargo que EEUU mantiene desde hace más de seis décadas, que impide a Cuba realizar transacciones en dólares, comerciar con productos que pasan por EEUU y usar el sistema financiero estadounidense, el rechazo es generalizado.

La resolución apela a la necesidad de acabar con el embargo, muestra su preocupación de que la medida unilateral siga en pie pese a decenas de resoluciones previas y expresa también preocupación por los “efectos adversos en el pueblo cubano”.

"Acto de guerra económica en tiempos de paz"

En un discurso antes de la votación, Bruno Rodríguez, el canciller cubano, ha vuelto a definir el bloqueo como “un crimen de genocidio” y “un acto de guerra económica en tiempos de paz”. El responsable de exteriores de La Habana ha asegurado que es una “violación del derecho a la vida, la salud, la educación y el bienestar de hombres y mujeres cubanos”.

También los representantes de varios países que apoyan la resolución han denunciado en discursos tanto el miércoles como el jueves que se trata de una medida unilateral, que no tiene el respaldo del Consejo de Seguridad, representa injerencia en la soberanía de otro estados y castiga especialmente a la población de Cuba y no al gobierno.

Paul Folmsbee, un representante de EEUU, ha explicado el rechazo a la resolución tras la votación argumentando que “las sanciones son una serie de herramientas” dentro del “esfuerzo más amplio para hacer progresar la democracia, promover el respeto a los derechos humanos y a libertades fundamentales en Cuba”. El embajador también ha hecho mención a la existencia de unos 1.000 presos políticos encarcelados en Cuba.

Solo en 2016, cuando Barack Obama inició un proceso de acercamiento a la isla, Washington se abstuvo en la votación anual de la Asamblea. Con la llegada de Donald Trump al poder se puso fin a ese acercamiento y EEUU volvió a endurecer su política hacia la isla y a votar contra las resoluciones. Rodríguez, el canciller cubano, ha asegurado que al final de la Administración del republicano se añadieron sanciones y ha acusado al gobierno de Joe Biden de reforzar medidas “para acosar a Cuba en los sectores económico y financiero”.