Cumbre en Bruselas

Orbán mantiene el pulso y sabotea la unidad de la UE con su veto a Ucrania

El dirigente húngaro insiste en que Kiev no cumple las precondiciones y no se puede dar luz verde al inicio de negociaciones de adhesión.

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán (archivo)

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán (archivo) / EP

Silvia Martinez

“No hay razones para negociar la adhesión de Ucrania ahora”. El primer ministro de HungríaViktor Orbán, no lo podía decir más alto y más claro este jueves a su llegada a un Consejo Europeo clave para las aspiraciones de Kiev y la credibilidad de la UE frente a Rusia y que, a tenor de los protagonistas, podría convertirse en una de las reuniones de jefes de Estado y de Gobierno de la UE más complicadas de los últimos años. Pese a la creciente presión política sobre Budapest y al desbloqueo in extremis de 10.200 millones en fondos europeos para Hungría este miércoles, el dirigente húngaro mantiene el pulso e insiste en que Kiev no cumple las precondiciones y no se puede dar luz verde al inicio de negociaciones de adhesión.

“La ampliación no es una cuestión teórica. Es (un proceso) basado en méritos y legalmente detallado que tiene precondiciones. Hemos fijado siete precondiciones e incluso en la evaluación de la Comisión 3 de las 7 no se cumplen así que no hay razones para negociar la adhesión de Ucrania ahora”, ha zanjado a su llegada a la sede del Consejo Europeo, minutos antes de reunirse con el núcleo duro de la cúpula europea, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de Francia, Emmanuel Macron, y de Alemania, Olaf Scholz.

Un encuentro que a tenor del mensaje que ha dejado poco después en las redes sociales no ha servido para suavizar su negativa y amansar al principal aliado de Putin en la UE. “Nuestra posición es clara y no la abandonaremos”, ha avisado. Además de esta decisión, el segundo elemento sobre el que mantiene el pulso se refiere al paquete de 50.000 millones en asistencia financiera para Ucrania para el período 2024-2027. Un montante que se negocia en el marco de la revisión del marco presupuestario plurianual de la UE y que Orbán abogar por dejar al margen del presupuesto comunitario.

¿Hasta el fin de semana?

Dos cuestiones, la adhesión y la financiación, que requieren de la unanimidad de los Veintisiete -los restantes 26 están de acuerdo-, y que obligarán este jueves y viernes al resto de líderes europeos a ser persuasivos e imaginativos en la búsqueda de soluciones. “Me da la sensación de que va a ser bastante largo así que vamos a tener que estar el día, buena parte de la noche y esperamos que podamos terminar el viernes. Si no es así igual se prolonga hasta el fin de semana pero los temas merecen la pena”, ha dicho el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “Va a ser una reunión difícil. Nos va a llevar tiempo. Estén preparados para estar hasta el sábado o domingo”, ha coincidido el irlandés Leo Varadkar.

Sánchez, lo mismo que el resto de 25 dirigentes europeos, consideran que es necesario dar un mensaje positivo a Kiev, lo mismo que a Moldavia, Georgia y los Balcanes occidentales. Pero sobre todo a una Ucrania que afronta su segundo invierno bajo los misiles del Kremlin. “Estoy listo para negociar dure lo que dure. Tengo un punto principal: nuestra seguridad y nuestra existencia como unión creíble. Necesitamos decisiones fuertes”, ha defendido el finlandés Petteri Orpo que ha avisado de que “la amenaza de Rusia es real” y que “no podemos aceptar ningún tipo de chantaje”. No ha sido el único que se ha referido a las maneras del político húngaro. “Hemos tenido momentos difíciles en los últimos años con discusiones difíciles. Mantener esa unidad es realmente crucial, y no quiero entrar en algún tipo de lógica de bazar”, ha dicho el belga Alexander de Croo. El lituano Gitanas Nauseda también ha avisado de las consecuencias de abusar del principio de unanimidad y ha insistido en que garantizar el desembolso de 50.000 millones a Ucrania es necesario para "preservar el país".

Llamamiento de Zelenski

Lo primero que han hecho los Veintisiete, tras el habitual intercambio con la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, es escuchar por videoconferencia al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que les ha recordado que no es momento de “medidas tintas”, “dudas” ni “indecisiones” sino de dar luz verde a la apertura de negociaciones de adhesión con su país. “Nadie quiere que Europa sea vista como poco digna de confianza o incapaz de tomar decisiones que ella misma ha preparado” porque el único beneficiado de esto será Vladimir Putin. “La gente no entenderá que la sonrisa de satisfacción de Putin sea el resultado de una reunión en “Bruselas”, ha añadido.

Pese a este llamamiento, por ahora se mantiene la profunda división. Los Veintisiete han arrancado la reunión con la negociación de la revisión del marco presupuestario de la UE para el período 2021-2027. Como consecuencia del impacto de la guerra de Ucrania y la pandemia, la Comisión Europea planteó en junio pasado un desembolso adicional para el presupuesto de 66.000 millones entre 2024 y 2027 con el que suplir las necesidades para Ucrania, de la política migratoria e impulsar las prioridades digitales y verdes y la competitividad.

En el marco de esta propuesta Bruselas propuso destinar 50.000 millones para Ucrania, 33.000 millones en forma de préstamos y 17.000 millones en forma de ayudas. 26 de los 27 Estados miembros están de acuerdo en el paquete de asistencia financiera para Ucrania, todos salvo Orban, aunque hay países quieren reducir lo máximo posible el dinero “fresco” que en la última caja de negociación se ha rebajado de 66.000 a 22.500 millones, según las fuentes consultadas. “Hay una cosa importante. Tenemos que tener éxito en hacer posible la facilidad financiera para Ucrania y crear las bases para que continue su resistencia frente a la agresión de Rusia”, ha avisado Olaf Scholz.