Violencia en el país sudamericano

¿Qué está pasando en Ecuador? 5 claves para entender el estado de "conflicto armado interno"

En menos de dos meses de gestión, Daniel Noboa se ha visto obligado a tomar dos medidas extremas por una crisis de seguridad de grandes proporciones

¿Qué está pasando en Ecuador? 5 claves para entender el estado de "conflicto armado interno".

¿Qué está pasando en Ecuador? 5 claves para entender el estado de "conflicto armado interno". / EFE

Abel Gilbert

Daniel Noboa asumió la presidencia ecuatoriana el 23 de noviembre de 2023, con 36 años. En menos de dos meses de gestión se ha visto obligado a tomar dos medidas extremas por una crisis de seguridad de grandes proporciones. Primero, el estado de excepción, tras las fugas carcelarias de José Adolfo Macías, alias Fito, el líder de la organización criminal Los Choneros, y Fabricio Colón Pico, cabecilla de Los Lobos. La medida no contuvo las acciones del narcotráfico, que lanzó un desafío sin precedentes al Estado y la población del país más violento de Sudamérica. Motines carcelarios, la toma de un estudio televisivo, coches bomba, secuestros y al menos ocho asesinatos llevaron este martes a Noboa a declarar "la existencia de un conflicto interno armado" que otorgará a los militares un fuerte protagonismo no solo en la lucha contra las 22 bandas que asolan las 24 provincias. El último episodio ha sido el asesinato a tiros del fiscal César Suarez, que investigaba la irrupción de un grupo armado en unos estudios de televisión. Como en la guerra con Perú, en 1995, por un diferendo limítrofe, las Fuerzas Armadas se colocan en el centro de la escena, aunque sin garantías de éxito.

¿Cómo se ha llegado a esta situación?

Todo ha cambiado drásticamente en pocos años en el país sudamericano. Según el Observatorio ecuatoriano del crimen organizado (OECO), la inserción de ese país en el mundo de la delincuencia global es relativamente nueva. En 2019 empezó a sentirse una tendencia creciente de la ola de muertes por la disputa entre distintas organizaciones delictivas de territorios y negocios. La tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes en país ha aumentado más del 300% en los últimos siete años al compás del flujo de cocaína y de otras drogas ilícitas en la costa del Pacífico.

Asesinan a tiros al candidato a la presidencia de Ecuador Fernando Villavicencio

Video: Agencia ATLAS | Foto: EFE

Las bandas locales, dedicadas a asuntos menores, establecieron primero relaciones con las grupos narcos colombianos y luego con organizaciones criminales internacionales, entre ellas los cárteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, el Clan del Golfo de Colombia así como la mafia balcánica. A medida que se expandieron, penetraron en las estructuras estatales. La lucha por la hegemonía no solo tuvo lugar en las ciudades sino en las cárceles. Desde 2021 se han reportado más de 400 muertes en las prisiones por los enfrentamientos entre bandas rivales.

Noboa ganó las elecciones con la promesa de detener la sangría y articular una estrategia diferente para derrotar al narcotráfico. Ahora, la situación es peor que la heredada. El joven mandatario se ve frente al desafío de no ser "un Guillermo Lasso 2.0," señaló el diario Expreso, en referencia a la fallida política de su antecesor.

Las bandas

El crimen organizado se encuentra disperso y atomizado, aunque con algunas bandas más fuertes y gravitantes que otras. Noboa enumeró 22 grupos. Los especialistas calculan que Los Choneros, liderado por Fito, cuenta con 15.000 hombres a su disposición y estructuras menores bajo su control como Las Águilas, Los Gángsters y los R-7. Fito vivía en una situación de absoluto confort en una prisión de máxima seguridad de Guayaquil. Disponía de baño privado, ducha de agua caliente, nevera, cama de tres plazas y armario empotrado en la pared. Contaba con un televisor y aire acondicionado. Bebía sin condicionamientos el 'champagne' Dom Pérignon. Pudo abandonar la cárcel porque contó ayuda de policías y guías penitenciarios. Su huida fue interpretada como una reacción ante la propuesta del Gobierno de construir dos megacárceles. También se especuló con la posibilidad de que Los Choneros hayan perdido poder en el entramado penitenciario.

Los Lobos, por su parte, tendría 7,000 "soldaditos". Pero además, Noboa nombró a otras "organizaciones terroristas y actores estatales no beligerantes": ÁguilasKiller, AK47, Caballeros Oscuros, ChoneKiller, Corvicheros, Cuartel de las Feas, Cubanos, Fatales, Kater Piler, Lagartos, Latin Kings, Los p.27, Los Tiburones, Mafia 18, Mafia Trébol, Patrones y Tiguerones.

Las actividades ilícitas no se detienen en el negocio de la droga. Parte de estas bandas participan del tráfico de armas, la extorsión, el sicariato, la minería ilegal y el lavado de activos, favorecido por una economía dolarizada y de controles laxos. La provincias costeras de Manabí y Santa Elena se especializan en el transporte de drogas mediante embarcaciones pesqueras que cobran 30.000 dólares por cada viaje y aeronaves de bajo rendimiento. Se habla de 54 pistas clandestinas para el tráfico aéreo.

El trasfondo social

La pesadilla de la que no pueden despertar los ecuatorianos tiene como inequívoco trasfondo la pobreza, el paro, el deterioro de las relaciones laborales y la desigualdad en otros órdenes que alimentaron la iniciación en el crimen de numerosos jóvenes. Los especialistas no dudan en señalar que existe una relación causal entre el nivel de criminalidad y violencia en las urbes y el empeoramiento sin freno de las condiciones de vida.

Todos los indicadores sociales comenzaron a resentirse antes de que abandonase el Gobierno Rafael Correa, en 2017. El terremoto de 2016 en la provincia de Manabí y la pandemia provocaron grandes pérdidas económicas que agravaron las penurias. Los especialistas aseguran que, durante los años de emergencia sanitaria, la cantidad de pobres pasó de 21,9% a 25,5% en 2022. Unos 4,6 millones de personas viven con menos de 2,9 dólares diarios. El acceso a la salud, la educación y los servicios básicos se ha resentido. La suma de inequidades ha permitido la expansión del crimen organizado tanto en las zonas rurales como en las ciudades.

¿Qué se puede hacer durante el estado de "conflicto armado interno"?

El estado de "conflicto interno armado" supone un punto de corte respecto de las maneras con las que se enfrentó el flagelo. Efrén Guerrero, especialista en Derechos Humanos, señaló que a partir de esa figura adquiere otro estatus el enfrentamiento con los grupos criminales porque se han creado las condiciones para una movilización total de las Fuerzas Armadas con el propósito de retomar el control.

El decreto de Noboa habla de "neutralizar" a las bandas. La interpretación del verbo no ha admitido dudas. Los uniformados están autorizados a usar armas letales en sus operaciones contra lo que a partir de ahora dejan de ser apenas facciones del narcotráfico para convertirse en organizaciones terroristas. Sin embargo, se da por descontado que organismos defensores de los derechos humanos pedirán al Tribunal Supremo que aclare los alcances de esa orden.

El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela ha sido contundente en su mensaje: "Todo grupo terrorista se ha convertido en un objetivo militar". El general prometió actuar con "firmeza y contundencia en contra de todo intento de desestabilización y caos que se pretende realizar en del territorio nacional". Se desconoce si Ecuador se mirará en el espejo de El Salador para recuperar el control de las ciudades y cárceles. Por lo pronto, ya se sabe que se podrán poner en suspenso garantías básicas como la inviolabilidad del domicilio y la correspondencia, en sus formatos digitales, las aprehensiones sin orden judicial, la suspensión de los derechos a la libertad de asociación, y de tránsito. El toque de queda nocturno podría extenderse.

Gobierno y oposición

El impacto de lo sucedido en los últimos días, con escenas de pánico y estupor, ha provocado un reacomodamiento insólito de los protagonistas políticos. Toda la oposición respaldó a Noboa. Hasta el expresidente Correa, considerado una suerte de "bestia negra" por parte del Gobierno. "Hoy es momento de la unidad nacional, el crimen organizado le ha declarado la guerra al Estado y el Estado debe prevalecer, debe vencer. Presidente Noboa, tenga todo nuestro total e irrestricto respaldo. Por favor, no ceda. Nuestras discrepancias políticas las discutiremos después de la victoria", se pronunció en el exilio.

Al mismo tiempo los partidos con representación en la Asamblea Nacional (Congreso) se han mostrado proclives a conceder indultos o amnistías a policías y militares que enfrenten letalmente a la delincuencia. "Nos encontramos trabajando en unidad, sin importar las diferentes corrientes políticas e ideológicas. La situación actual exige colaboración y cohesión. Estamos comprometidos en abordar este desafío con responsabilidad de manera conjunta", dijo el presidente del Parlamento, Henry Kronfle, del partido Social Cristiano.

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