EUROPA SEGURIDAD

Putin, Trump y el rearme de Europa centran la Conferencia de Seguridad de Múnich

Entre este viernes y el domingo se espera en la capital bávara a 180 líderes, ministros u otros representantes de un centenar de países

El presidente ruso, Vladímir Putin.

El presidente ruso, Vladímir Putin. / EFE

Gemma Casadevall

"Él es como es. Conocemos este tipo de declaraciones", aseguraba el presidente de la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), Christoph Heusgen, al presentar las líneas maestras de ese foro. Entre este viernes y el domingo se espera en la capital bávara a 180 líderes, ministros u otros representantes de un centenar de países. No se refería Heusgen al presidente ruso, Vladímir Putin, o sus persistentes amenazas sobre los países bálticos, Polonia o resto del flanco este de la OTAN. Se refería al expresidente estadounidense Donald Trump y sus advertencias a los aliados que no invierten suficientemente en Defensa, así como su "invitación" al Kremlin a convertirlos en su siguiente objetivo.

Recordaba Heusgen que tampoco son nuevas las reacciones inmediatas de BruselasBerlín París, calificando de "irresponsable" a Trump o insistiendo en la necesidad de que Europa refuerce sus propias defensas. Esto último es un hecho, independientemente de quién sea el próximo presidente de Estados Unidos. "No puedo más que repetir lo que dijo Angela Merkel en 2017: los europeos tenemos que tomar nuestra seguridad en nuestras propias manos", afirmó Heusgen, quien entre 2005 y 2017 fue asesor de Exteriores de la entonces canciller.

Merkel lo dijo, pero durante sus 16 años en el poder Alemania destinó a Defensa mucho menos del 2% de su PIB. Washington venía reclamándole a Berlín que elevara esa partida con Barack Obama en la Casa Blanca, como hizo luego Trump o Joe Biden. Le ha correspondido al sucesor de Merkel, Olaf Scholz, ceñirse al objetivo oficialmente marcado por la OTAN en 2014. Lo ha hecho desde su posición de socialdemócrata y con los Verdes y los liberales como socios de coalición. En los primeros meses tras el inicio de la invasión de Ucrania se acusó a Berlín de ser un lastre en cuanto al apoyo militar a Kiev. Este 2024, por primera vez en 30 años, Alemania alcanzará el objetivo del 2% con el horizonte de mantenerlo en el futuro. Es una evolución parecida a la de otros miembros, ya que se espera que 18 de los 31 socios de la OTAN lo cumplan.

Gira de Zelenski

El cambio de paradigma alemán puede salirle caro a Scholz electoralmente y mucho más al ecopacifismo de los Verdes. Pero de Múnich se espera una ratificación del apoyo a Kiev. El sábado acudirá a la capital bávara a Volodímir Zelenski, quien además pasará por Berlín y París en una mini gira en busca de apoyos, a un mes de las elecciones presidenciales de Rusia en las que solo puede ganar Putin.

Zelenski coincidirá en Múnich con la vicepresidenta de EEUU. Kamala Harris, así como con su secretario de Estado, Antony Blinken. También se espera a lo largo de los tres días de reuniones a la presidenta de la Comisión EuropeaUrsula von der Leyen, y al Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell. Habrá abierto la MSC el secretario general de la ONUAntonio Guterres, y habrá una amplia representación del mundo árabe, desde el Líbano a Catar, Irak, Kuwait, Arabia Saudí y Omán. De América Latina acudirán el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la titular de Exteriores argentina, Diana Mondino, representando a Javier Milei.

Cambio de paradigma con Gaza

La Franja de Gaza será el otro gran tema de la MSC. Antes de viajar a Múnich, Scholz recibirá este viernes en Berlín al presidente israelí, Isaac Herzog. Alemania sigue manteniendo la línea de la "solidaridad ilimitada" con Israel, por razones de responsabilidad histórica. Poco a poco, aunque sea milimétricamente, ha intercalado en esa línea oficial -practicada por todos sus gobiernos desde hace décadas- la condena a la "acción desproporcionada" sobre la población civil palestina. Está aún muy lejos de los pronunciamientos y alertas de Borrell o de Guterres. Pero especialmente su ministra de Exteriores, la verde Annalena Baerbock, se ha desmarcado ya de la que ha sido la línea matriz alemana.

"Entre los 1.300 empleados de UNRWA hay palestinos con familias en campos de refugiados o víctimas de los ataques. No puede esperarse imparcialidad total. Las críticas de Israel a la Agencia no son nuevas", recordaba Heusgen, respecto a la presunta implicación de varios de esos empleados en el ataque de Hamás del 7 de octubre pasado. "¿Qué vamos a hacer? ¿Disolverla? La Agencia es necesaria. Sin la ONU, el multilateralismo no sobreviviría. ¿Quién apoyaría a millones de refugiados?", zanjó Heusgen, ex embajador alemán en la ONU.

De la MSC no hay que esperar resoluciones. Es un foro entre poderosos de todo el planeta que lleva 60 años celebrándose en el hotel Bayerischer Hof. Tuvo ediciones que marcaron hitos, como la de 2007, cuando por primera vez acudía a la cita un presidente ruso, Putin. Lo que debía mandar una señal de distensión derivó en todo lo contrario: el líder del Kremlin dejó atónito a su auditorio al utilizar un tono desconocido desde la Guerra Fría. "Estamos a las puertas de un conflicto militar profundo“, afirmó. Este año, como el pasado, no hay representación oficial de la Federación Rusa en Múnich.