Gira de tres días

Macron pide en Brasil olvidarse del acuerdo Mercosur-UE y discutir uno nuevo que "priorice" el cambio climático

Lula da Silva recibió en Brasilia con honores al presidente francés, tras haber estado juntos en la Amazonía y Río de Janeiro

Lula da Silva y Emmanuel Macron, en Brasilia.

Lula da Silva y Emmanuel Macron, en Brasilia. / EFE

Abel Gilbert

El presidente Luiz Inacio Lula da Silva y su colega francés Emmanuel Macron sellaron este miércoles con un almuerzo en la sede del Ejecutivo brasileño una alianza estratégica fundada en simpatías personales, una visión compartida en muchos aspectos de la realidad internacional y el reconocimiento de indiferencias insalvables, entre ellas el acuerdo Mercosur-UE, que, dijo el visitante, debe "forjarse" de nuevo con el problema del cambio climático como uno de sus ejes.

El anfitrión recibió con honores a Macron en el Palacio de Planalto, tras haber estado juntos en la Amazonía y Río de Janeiro. Se trataron asuntos de la actualidad latinoamericana, como el espinoso camino electoral de Venezuela, así como el conflicto en Gaza y la invasión rusa a Ucrania, objeto este último de miradas divergentes.

Macron realizó su primera visita a Sudamérica con el compromiso de no abordar uno de los temas más espinosos del vínculo entre los países y la región: el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la UE que París ha rechazado con vehemencia. Según el diario paulista Estado, el tema no figuraba en la agenda oficial del mandatario francés, pero surgió inevitablemente durante su visita el pasado miércoles a la poderosa Federación de Industrias de Sn Paulo (Fiesp). "El acuerdo Mercosur-UE, tal y como se está negociando ahora, es un acuerdo terrible. Se negoció hace 20 años". Para el presidente francés, se debe "forjar" un pacto distinto y sobre bases que no contempla lo discutido tanto tiempo por las partes. "Creo que la biodiversidad y el clima tienen que ser considerados, y eso no está ahí, así que no puedo defenderlo, no lo defiendo". Los "nuevos objetivos" para suscribir un acuerdo deben tener "en el centro de sus prioridades la lucha contra la deforestación y el cambio climático".

La gira de Macron se inició el pasado martes en la región amazónica de Belém (PA). Allí se anunció un plan de inversiones para la bioeconomía por 1.000 millones de euros que deben provenir de los sectores público y privado y servirá para impulsar la economía sostenible tanto en la Amazonia como la vecina Guyana francesa.

Lula tuvo un gesto inédito hacia su colega: permitirle aterrizar en la Amazonía y no Brasilia, como se espera de un alto dignatario extranjero. Una manera de demostrar la voluntad de su Gobierno con la conferencia sobre cambio climático COP30 que se realizará el año venidero en Belém. Macrón aprovechó la breve estadía para condecorar con la Legión de Honor a Raoni Metuktire, el líder indígena Kayapo de 92 años al que había recibido en el Elíseo por su defensa de la Amazonía. Ambos presidentes participaron el miércoles en Río de Janeiro de la botadura de un submarino construido con tecnología francesa.

El papel de Francia en la región

Francia es el tercer mayor inversionista en Brasil, detrás de Estados Unidos y España. Macron es visto por Lula como "un aliado estratégico" por razones que conciernen a los intereses brasileños y, también, sintonía personal. De acuerdo con otro diario paulista, 'Folha', su viaje "marca el capítulo principal de una alianza política pensada por los dos jefes de Gobierno como una especie de puente entre los países ricos y el llamado Sur Global, una asociación que comenzó a construirse incluso antes de que el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) iniciara su tercer mandato". Lula estima por otra parte que Francia es el país del G7 (el grupo liderado por EE UU y que reúne a las principales economías de Occidente) "con la política exterior más independiente". A los ojos de su Gobierno, "París estaría más dispuesta a adoptar iniciativas que no estén guiadas por los estadounidenses" y llevar a la mesa del G7 "algunas de las cuestiones que interesan a los países emergentes".

El líder del PT no olvida que Macron lo recibió con honores en el Palacio del Elíseo en noviembre de 2021, cuando, después de abandonar la cárcel por un juicio maniatado, se había constituido en el principal líder de la oposición contra el ultraderechista Jair Bolsonaro. El gesto estaba calculado tanto para relanzar a Lula como actor de alcance global como para provocar al entonces jefe de Estado brasileño, con quien el francés acumulaba roces desde 2019.