1INSEMINACIÓN ARTIFICIAL CON EL SEMEN DE LA PAREJA. Consiste en la introducción del semen, previamente tratado en el laboratorio, en el interior del útero de la mujer, en las horas próximas a la ovulación. Se puede llevar a cabo durante el ciclo natural o después de un proceso de estimulación ovárica. En el laboratorio se seleccionan los espermatozoides de mejor movilidad. El principal riesgo es sufrir un embarazo múltiple.

2FECUNDACIÓN IN VITRO. Consiste en obtener la fecundación de los gametos femeninos (ovocitos) fuera del organismo de la mujer. Una vez fecundados, un número limitado de los embriones conseguidos serán transferidos al útero de la mujer, y allí continuarán su desarrollo de forma natural. También se seleccionan los mejores espermatozoides. También existe riesgo de embarazo múltiple.

3INDUCCIÓN A LA OVULACIÓN. Consiste en administrar unos fármacos que promueven la maduración y la liberación de óvulos por el ovario. Está indicada cuando existe fallo ovárico o de otras glándulas que influyan en su funcionamiento. Los fármacos se administran por vía oral o a través de inyecciones subcutáneas. El tratamiento se inicia pocos días después de iniciada la regla. El éxito oscila entre el 50% y el 80%. Los embarazos múltiples también son un riesgo.